A
la mañana siguiente los rayos del sol entraban por mi ventana y me pegaban
directamente en el rostro, lentamente abrí los ojos y mire a mi alrededor,
localice el reloj las 9 de la mañana marcaba, me apoye en mis manos para poder
levantarme pero un punzante dolor en mi mano derecha no me dejo, caí de nuevo y
me vi el vendaje, haciendo que me acordara de la noche anterior, me levante y
mire mi reflejo en el espejo de mi peinador, me miraba horrenda, tenía todo el
delineador corrido y mi cabello alborotado.
Me
comencé a arreglar y baje al comedor, ahí estaban todos menos mi madre, Regina
estaba ayudando a servir el desayuno y al mirarme se acerco a mí y me abrazo.
Regina:
¿Cómo te encuentras?
Alexandra:
Mucho mejor (Le devolví el abrazo)
Me
senté y todos me miraban, mas nadie se atrevía a hablar hasta que Sabrina lo
hizo.
Sabrina:
Vi el auto de Antonio (La mire) ¿Le paso algo a Hilda?
Alexandra:
No, ella esta bien.
Mercedes:
¿Entonces qué paso? (Dijo mirándome) Ayer escuche muchos ruidos.
Alexandra:
Me dio una crisis nerviosa y estrelle mi mano en el espejo de mi baño (Dije
tranquilamente mientras daba un sorbo de café) Luego comencé a llorar y me
desmaye en los brazos de Regina.
Sabrina:
¿Y lo dices así tan tranquilamente? (Dijo demasiado atónita)
Alexandra:
(La mire) Si, así es, solo fue un desmayo ahora ya me encuentro bien y mi mano
(Dije mostrándola) Esta a salvo, así que no veo porque te alarmes.
Todos
me miraban sorprendida, mas Michael pues ayer me veía completamente devastada y
ahora me miraba neutra, Regina y Miguel solo me miraban igual, pues con ellos
siempre fui así.
Alexandra:
Que descortés de mi parte (Mire a todos) Ellos son Miguel y Regina, ellos me
ayudaron cuando me fui de tu casa Sabrina.
Sabrina:
Es un gusto saber que no se quedo sola.
Alexandra:
Si, si no hubiera sido por Miguel creo que hubiera muerto.
Graciela:
Creo que tienes mucho que contarnos (Dijo seriamente)
Alexandra:
Tanto como ustedes a mi (Dije del mismo modo)
Todos
nos quedamos cayados, pero Graciela y yo nos mirábamos, pero esta mirada no era
como las de siempre de reto o algo así, esta era fría y cada una nos estábamos
estudiando, pues en eso éramos muy iguales, nos miramos hasta que se escucho
alguien bajar, yo me levante de la silla y fui a ver quién era, era mi madre
que baja con dificultad.
Alexandra:
Mamá ¿Qué haces levantada?
Hilda:
Tengo hambre.
Alexandra:
(Le sonreí dándole fuerzas) Perfecto, ven ya estamos todos en la mesa (Le ayude
pero al llegar toco mi mano derecha y yo grite)
Hilda:
¿Qué te paso? (Dijo asustada y mirando mi mano)
Alexandra:
Me corte (Dije restándole importancia) Fue cuando limpiaba las cuerdas de mi
guitarra.
Hila:
Pero ¿Estas bien?
Alexandra:
Completamente (Dije sonriendo)
Todos
me miraron y yo discretamente le hice la señal de que guardaran silencio, una
persona de servicio le sirvió el desayuno a mi madre y ella comió al igual que nosotros
lo hacíamos, ellos sabían que lo que teníamos que platicar a solas sin la
presencia de mi madre.
El
desayuno termino y recogieron nuestros platos, mi madre se miraba cansada, así
que la ayude a subir a su habitación y esta al estar en la cama se durmió, baje
y todos se encontraban en la sala.
Alexandra:
¿Salimos al jardín? Ahí será un mejor lugar para hablar.
Ellos
asintieron y me siguieron, nos sentamos en la terraza que había y me miraban en
busca de algo, que yo ya sabía que era.
Mercedes:
Creo que deberíamos empezar ¿No crees?
Alexandra:
Pues la verdad no creo que tenga mucho que contar, ustedes ya han visto algo de
mi vida.
Sabrina:
¿Cómo te enteraste de que Michael iba a venir a mi casa?
Alexandra:
Desde donde me encontraba se escuchaba lo que ustedes estaban platicando por
celular, escuche como tú y Mercedes lo apoyaron (Dije con cierta ironía)
Mercedes:
Nosotras no lo apoyamos.
Alexandra:
Claro que lo hicieron (Dije riendo) No quería verlo y ustedes permitieron que
viniera después de lo que habíamos visto.
Michael:
Ellas no tienen la culpa (Lo mire) Yo fui quien rogo para que me lo
permitieran.
Alexandra:
Bien pudieron negarse (Las mire) Pero no lo hicieron (Dije con cierto enojo)
Mercedes:
¿A dónde fuiste después de que saliste de la casa de Sabrina?
Alexandra:
(Suspire) A ninguna parte en especifico, solo camine, pues quería alejarme de
todos y de todo, camine por horas hasta que se hizo de noche.
Graciela:
¿Por qué dijiste que Miguel te salvo la vida?
Alexandra:
En ese mismo día, no tenia en donde quedarme, así que seguí caminando, pero
creo que me metí a un lugar muy feo, al darme cuenta 5 chicos, que no se
miraban de buen aspecto, comenzaron a seguirme, intente huir pero uno de ellos
logro atraparme y no me dejo avanzar, me metieron a un callejón y… (Suspire y
tome un poco de agua, ya que se me había formado un nudo en la garganta) y me
golpearon la cabeza al intentar defenderme, me desmaye y pues pensé lo peor
pero al día siguiente desperté en la casa de Regina y Miguel, el me rescato antes
de que me hicieran algo aquellos chicos, a ellos les debo mucho, pues me
ayudaron cuando más lo necesitaba.
Ellos
se había quedado completamente callados, pues al parecer se habían sorprendido
con lo que me había pasado y tambien en la forma que lo había contado, me dolía
recordarlo pero yo me había vuelto una persona poco expresiva.
Michael:
¿De dónde conocer al tal David Garrett?
Lo
pregunto con celos a flor de piel, yo solo lo mire y me iba a negar a
responderle, mas mi cabeza no me dejo y me hizo soltar la lengua.
Alexandra:
Comencé a buscar empleo y de lo único que conseguí fue de imitadora en el
camino de la fama (Reí irónicamente) Tuve que imitarte (Mire a Michael) Así fui
volviéndome medio famosita entre los imitadores, tiempo después Regina y Miguel
me regalaron una guitarra eléctrica, comencé a montar un pequeño espectáculo
donde tocaba tus canciones, así que un día llego a donde me encontraba, no creí
que fuera famoso pero después de investigar un poco me di cuenta que sí, me
ofreció trabajo y yo acepte, como el montaba un espectáculo de pura acústica,
necesitaba a un, más bien dicho, a una guitarrista así que acepte, tiempo después
me volví novia de él.
Sabrina:
¿Por qué volviste hasta ahora?
Alexandra:
Porque no podía venir a ver a mi familia a la cara, tanto que mi padre me había
advertido sobre ti (Mire a Michael) y yo los cambie por ti, no me atrevía a
volver, ahora volví porque apenas supe que mi padre se estaba muriendo y tenía
que despedirme de él.
Michael:
Te has vuelto demasiado fría, indiferente… irónica, ¿Por qué?
Alexandra:
¿De verdad esa pregunta necesita una respuesta? (Me puse con los codos
recargados en la mesa) Pues bien te lo diré, fue porque vi a mi prometido
pintándome el cuerno con la hermana de mi mejor amiga, a 5 días de la boda,
pero no solo eso, se miraba como la besaba con más pasión que a mi (Dije
levantándome enojada y el imito mis movimientos) ¿Te suena familiar Michael?
Michael:
Alexandra por Dios, déjame explicarte como fueron las cosas…
Alexandra:
Si yo no te pido explicaciones es porque no las quiero…
Michael:
Pero yo quiero dártelas.
Alexandra:
De ti yo no quiero nada.
Nos
quedamos mirando unos momentos en silencio, su mirada irradiaba suplica
mientras que la mía irradiaba enojo, resentimiento y mucha ira, baje la mirada
y de un suspiro para tranquilizarme me senté de nuevo, Michael me miro un
tiempo y luego imito mis movimientos.
Alexandra:
Creo que ya hemos terminado de hablar de mí, ya es hora…
Regina:
Alexandra (Me llamo y yo la mire) Te llaman por teléfono.
Alexandra:
Vuelvo en un minuto (Les dije a los demás y me pare para ir con Regina) ¿Quién
me llama?
Regina:
Antonio tu tío.
Camine
hasta el teléfono, lo levante mi conteste.
Alexandra:
Hola tío ¿Qué pasa?
Antonio:
Hola, Alex te hablaba porque ya no tienes que venir por tu padre… organice una
pequeña ceremonia, te mandare la dirección por el celular.
Alexandra:
Gracias tío, no tenia cabeza.
Antonio:
Me lo imagine después de cómo te vi ayer.
Alexandra:
Gracias (Colgamos y yo fui con los demás) Mi tío organizo el funeral de mi
padre, será mejor que nos arreglemos y después continuamos con nuestra platica.
Sabrina:
Si tienes razón.
Alexandra:
Si necesitan que alguien los lleve a algún lugar pueden pedirle a quien
quieran, están en su casa.
Me
di media vuelta y fui con mi madre, Sabrina me dijo que le traería ropa para
que se arreglara, cada uno se fue a su casa a arreglarse y Regina, Miguel y yo
nos estábamos arreglando, mi madre estaba durmiendo, así que decidí despertarla
cuando Sabrina llegara, termine de arreglarme y al poco rato llego, junto con
Mercedes y Graciela.
Le
ayude a mi madre y nosotras salimos de la casa, Miguel iba manejando y yo iba
controlando a mi madre un poco, llegamos y nos dejaron pasar, adentro había
pocas personas, unas conocidas y otras no, amigos de mi padre de eso estaba
segura, al poco rato llego Michael acompañado de una morena, la mire bien y la reconocí
en ese instante y ella a mí, soltó a Michael de la mano y se dirigió conmigo y
me abrazo.
Alexandra:
Hola Janet.
Janet:
Alexandra, que bueno que mi ojos me dejan verte (Me miro a la cara) Lo siento
tanto de verdad.
Alexandra:
Si, es doloroso.
Nos
sentamos y algunos dieron unas palabras, después de tantos testimonios el
ambiente se había puesto peor, pues mi madre comenzaba a llorar mas
dolorosamente lo que me dolía a mí en el alma, ya era hora de despedirnos de él
y enterrarlo, Michael y varias personas cargaron el ataúd y lo llevaron a la
carrosa negra, ahí todos nos fuimos directo al cementerio, al verlo me lleve
una gran sorpresa, era el mismo cementerio donde estaba Aron, el cementerio Forest
Lawn. Suspire y como pude contuve las ganas de salir de ahí corriendo.
Comenzamos
a caminar hasta donde enterraríamos a mi padre, yo iba abrazada a mi madre,
cuando llegamos descubrieron el ataúd de mi padre para darle su ultimo adiós,
uno a uno fue pasando y yo decidí ir al último.
Alexandra:
Hola papá, ¿Sabes? Me duele que no estés, pero bueno hay que seguir ¿Verdad?
(Lo mire y parecía dormido) Te extrañare mucho.
Me
aleje del ataúd y lo cerraron para ya no volverlo abrir, lentamente fue bajado
hasta que quedo en el fondo de aquel hoyo en el suelo, mi madre comenzaba a
llorar y mis ojos se tornaban cristalinos, mas nadie lo veía pues tenía lente
oscuros, mas no pude mas y mis lagrimas comenzaron a bajar por mis mejillas,
fueron cubriendo poco a poco con tierra aquel féretro hasta que pusieron un
gran tapa de mármol blanco con el nombre de mi padre, uno a uno se fueron
retirando hasta que solo quedamos los conocidos, mi madre lloraba
incontrolablemente en mis brazos y yo solo soltaba pequeñas lagrimas.
Alexandra:
Sera mejor que nos vayamos.
Mi
madre y los demás solo asintieron y comenzamos a alejarnos del lugar, pero a la
salida de aquel cementerio un hombre me llamo la atención, era un señor de
avanzada edad y me miraba a mí y a los demás, me detuve y le dije a Sabrina que
se llevara a mi madre, ella solo asintió y me hizo caso, me quede parada un
momento mirándolo, hasta que decidí caminar hasta donde se encontraba.