Trailer De No Dejes Que Mi Corazón Muera

lunes, 29 de agosto de 2011

Capitulo 19……… ¿Dónde Está?


+30 De Julio De 1988+

Hoy comenzamos nuestros ensayos, primeramente Michael me saco a caminar un poco y a calentar los músculos, después fuimos al cine y ahí puso un poco de música.

Michael: Yo no puedo enseñarte a bailar porque ya sabes, solo te ayudare a ponerte en condición de nuevo.
Alexandra: Si está bien.
Michael: Primero vamos a hacer unos paso lentos, moviendo los brazos y un poco de las piernas.

No sé si han visto como preparan a los que pelean karate, bueno estábamos haciendo esos pasos, pero lentos pausados y relajados, eso me ayudaba a volver lentamente a mis paso.

Seguimos un tiempo hasta que sentí una pequeña punzada en las piernas y caí de rodillas al piso.

Michael: (Acercándose rápidamente) Alex ¿Estas bien?
Alexandra: Creo (Me trato de ayudar a levantarme y volví a car de rodillas) Creo que no.

Me cargo en sus brazos y me llevo enseguida me llevo hacia dentro de la casa, me acostó en el sillón de la sala y le pidió a Berenice que le y trajinera agua caliente y toallas.

Alexandra: Michael estoy bien, solo es el cansancio.
Michael: No estuvo bien haberte hecho hacer demasiado esfuerzo.
Alexandra: Tranquilo no fue tu culpa, solo me sentí un poco mal.

Me volvió a cargar de brazos y me llevo hasta mi habitación, Berenice venia atrás de nosotros me recostó delicadamente en la cama y Berenice dejo el agua caliente al lado de la misma, salió y nos dejo solos a los dos.

Michael subió un poco la pantalonera que traía y me puso los fomentos de agua caliente, me dejo de doler y ya me sentía mejor, me había agotado, pero me encontraba mejor.

Alexandra: Vamos Mike ya me siento mucho mejor, tranquilo ¿Si?
Michael: ¿Cómo quieres que esté tranquilo?, esto puede afectar tus sistemas nerviosos o yo que sé.
Alexandra: Tranquilo, solo es cansancio ¿Si?

Le di un beso, no estaba muy convencido pero solo era eso, me había cansado, ya era de noche y necesitábamos descansar.

Alexandra: Tranquillo y ve a descansar yo también lo necesito.
Michael: Esta bien, duerme bien amor.
Alexandra: Si tu también.

Le di un beso de buenas noches y se despidió de mí, me levante lentamente y me puse la pijama, y volví a recostarme, me dolían todavía las piernas, pero no era algo grave, miraba para el techo de la habitación, relajaba mis músculos y pensaba en tantas cosas, ¿Cuáles? Bueno como de un error había pasado tanto, si Arón no hubiera tomado ese día el seguiría aquí y yo jamás hubiera conocido a la persona que logra sacarme sonrisas con solo mirarme, pero también no hubiera perdido un año de mi vida en una cama de hospital.

Suspire profundamente, que podía hacer el “Hubiera” no existe y ya lo que paso, paso y no se puede regresar el tiempo, y de eso, aunque suene mal me alegro, hay que seguir con la vida, hay que seguir con la felicidad, a paso firme y sin dejar que las personas te pisoteen.

Pensando en todo lo que había pasado me quede dormida, descanse mis pensamientos, mi mente y mi cabecita que ya lo necesitaba.

Al día siguiente me levante muy temprano, creo que apenas empezaba a aclarar el día, me aliste y decidí, a pesar de las restricciones de Michael, salir sola y pasear un poco, salí y recorrí un pequeño trecho hasta el lago, no me pregunte como llegue ahí, porque verdaderamente no lo sé.

Me recosté un poco en el césped y mire las nubes, Neverland era el lugar más hermoso que había visto, todo hasta donde alcanzaba mi vista se veía precioso, hermoso, inimaginable, todo parecía de un cuento de hadas, bueno lo era, pero jamás lo había visto en la realidad.

Me relaje al punto de cerrar mis ojos y entrar en un trance donde solo oía el canto de las aves a mi alrededor, escuche unos pasos acercarse a mí, los conocía bien, era Michael.

Michael: Por fin te encuentro Alex.
Alexandra: (Abriendo los ojos) Perdón pero quería salir a pasear un rato.
Michael: No te preocupes, ¿Cómo amaneciste?
Alexandra: Muy bien, ¿Y tú?
Michael: También, van a venir tus amigas, ya vienen en camino.

Me levante rápidamente y emprendimos camino otra vez hacia la casa, pero había un problema ¿Dónde había dejado mi silla de ruedas?

Michael: ¿Cómo que no te acuerdas?
Alexandra: Es que no se, hace mucho que no la utilizo.
Michael: Debe de estar abajo, vamos a buscarla.

Empezamos a buscarla en los closet y las demás puertas de la casa, pero no la encontrábamos, Samanta y Berenice también nos estaban ayudando a encontrarla, pero nada, parecía que se la había tragado la tierra.

Alexandra: ¿Pero dónde diablos le abre dejado?

Me decía a mí misma, pero algo altero mis sentidos, sonó el timbre y eso anunciaba que estaban en el portón de Neverland, rápidamente me senté en un sillón y me puse una cobijita en las piernas, al rato llegaron Sabrina y Mercedes, llegaron abrazándome y besándome.

Sabrina: Amiga ¿Cómo te encuentras?
Alexandra: Mejor, Michael me apoya mucho.
Mercedes: Me imagino, te extrañamos mucho, pero sabemos que es por tu bien.
Alexandra: Créeme que en menos de lo que esperas ya estaremos otra vez juntas y como antes.

Me sonrieron y me abrazaron otra vez, era cierto pronto volvería con ellas, ya quería que todo volviera a la normalidad.

Mercedes: ¿Por qué no salimos a los jardines?
Sabrina: Si sería bueno.
Alexandra: No aquí estamos bien.
Mercedes: Vamos te subimos a la silla y nos vamos a pasear un poco.
Alexandra: Emh……
Sabrina: Si, ¿Dónde está tu silla?
Alexandra: ¿Amh? Pues…
Mercedes: No me vayas a salir que la perdiste.

Trague saliva fuertemente y di una risita nerviosa y me torne los dedos.

Alexandra: ¿Como crees? ¿Cómo podría moverme sin ella?
Sabrina: Bien… ¿Dónde está?

¿Dónde estas Michael? No me dejes sola con esto, tartamudeaba y me temblaban un poco las manos, ¿Sera que me descubrirán? No todavía no estaba lista para que lo supieran.

Alexandra: Pues…