Trailer De No Dejes Que Mi Corazón Muera

martes, 20 de diciembre de 2011

Capitulo 31……… Problemas.


No sabía qué hacer, lo tenía ahí arrodillado enfrente de mí, con un anillo hermoso y sus ojos no se despegaban de los míos, mi mente se nublo y ni un sonido se emitía de mis labios, mi corazón se acelero a mas de 1000 revoluciones y podría jurar que mi alma fue al cielo y volvió, mis manos sudaron, mi cuerpo tembló, estuve a punto de desmayarme y pensé un millón de cosas, mi cabeza decía que esperara, pero mi corazón me decía que no lo dejara ir, que si de verdad lo quería que no lo dejara, pensé en darle un definitivo “No” pero recapacite y mi mente dijo “Si” y todo eso paso en menos de 2 segundos.

Alexandra: Si (Dije casi susurrando)
Michael: ¿Qué dijiste?
Alexandra: Que si… si me quiero casar contigo (Dije al momento que lo levantaba del suelo) ¿Es tan difícil de creer?
Michael: No… bueno si… es que…
Alexandra: (Lo callé poniendo mi dedo sobre sus labios) No digas nada mejor bésame.

Y así lo hiso, me sonrió para luego unir sus labios con los míos, la magia podía respirarse en ese mismo instante, se separo un poco de mi y saco aquel hermoso anillo de la cajita y lo puso en mi dedo, era hermoso, pero más hermoso era lo que significaba aquel anillo, me volvió a besar y en un momento se empezó a escuchar un sonido y una pequeña explosión, nos separamos y habían muchos fuegos artificiales, de todos colores.

Alexandra: ¿Lo tenias todo planeado?
Michael: Lo de los juegos artificiales no.
Sabrina: Eso lo teníamos planeado nosotras (Dijo llegando por atrás de nosotros)
Alexandra: Wau, que lindo… pero que hubiera pasado si hubiera dicho que no.
Mercedes: En ese caso, te hubiéramos lanzado a ti esos juegos artificiales.
Alexandra: Que lindas amigas tengo. Gracias, con razón tanto interés en arreglarme.
Sabrina: Si, pero apoco no quedaste espectacular.
Michael: Si que quedo espectacular, tanto que me puse más nervioso.

Sabrina y Mercedes me abrazaron mientras que Iván también abrazaba a Michael diciéndole felicidades, y después de que terminaron los juegos artificiales nos fuimos nuevamente a la fiesta.

No la pasábamos de lujo, nomas nosotros 5 sabíamos que Michael me había propuesto matrimonio, pero con forme paso la fiesta muchos se dieron cuenta de mi anillo, con lo que me preguntaron y yo claro que no iba a negarlo, pero al ver cuántas personas lo sabían esa noticia llego a los oídos de Graciela, quien rápidamente se acerco con nosotros y quiso corroborarlo.

Graciela: ¿A sí que es cierto que te casas con Michael? (Me dijo llegando de atrás de mi)
Alexandra: (Me di la vuelta) Si, me lo acaba de proponer (Dije de buen modo)
Graciela: Me alegro por los dos (Dijo y me abrazo) Espero que lo disfrutes mientras puedas (Dijo susurrando a mi oído)

Yo solo me quede mirándola sin entender, pero luego se alejo de mi y abrazo a Michael, se que algo le dijo a el también ya que cambio su expresión, la alejo de él y de verdad se veía enojado.

Graciela: Felicidades, a los dos (Dijo hipócritamente y se fue)

Solo vi como se alejaba y en mi cabeza retumbaba lo que había dicho “Espero que lo disfrutes mientras puedas” ¿Qué me quiso decir con eso? Lo que sea que me haya querido decir no dejare que me vea mal, no dejare que me arruine el hermoso momento que estaba pasando en ese momento.

Tome a Michael de las manos y lo lleve a la pista de baile, y mientras bailábamos logre despejar mi mente y llego el momento romántico, las canciones se volvieron lentas y Michael y yo bailábamos totalmente pegados y viéndonos a los ojos.

Alexandra: ¿Pensaste que te diría que no?
Michael: Pues la verdad, me dio miedo que me dijeras que no, pero lo bueno que no fue así (Me sonrió) ¿Tu me hubieras dicho que no?
Alexandra: Pues… por un momento mi mente dijo “no, no estás preparada para dar ese gran paso”, pero mi corazón me dijo “¿Cómo que no? ¿Qué estas tonta? Lo quieres no puedes dejar ir al amor de tu vida” así que si por un momento hubiera salido un “no” de mi boca me hubiera arrepentido.

Sonreímos y luego volvimos a unir nuestros labios, el tiempo paso y la fiesta estaba llegando a su fin, solo estábamos Mercedes, Graciela, Sabrina, Iván, Michael y yo.

Alexandra: ¿Segura que no quieres que nos quedemos a ayudarte?
Mercedes: No, mañana recojo y si necesito ayuda les hablo, de todos modos me van a ayudar las personas de servicio.
Sabrina: Bueno pues, entonces nos vemos.

Cada uno tomamos por nuestros lados, Sabrina se fue con su novio y Michael y yo nos fuimos en su camioneta, cuando llegamos a mi casa bajamos y vimos que ya todo estaban dormidos, claro eran un poco más de las 2 de la mañana como no iban a estar dormidos.

Alexandra: Te digo, pasa la noche en el cuarto de huéspedes, no quiero que te pase nada.
Michael: No va a pasarme nada, te lo prometo.
Alexandra: Pero Neverland está muy lejos y es de madrugada… aparte tenemos que decirles a mis padres de esta buena noticia (Dije enseñando el anillo) Por favor (Le roge)
Michael: Bien, me quedare, pero solo porque no puedo resistirme a esos hermosos ojos.

Nos metimos a mi casa y encontré una nota de mis padres.

“Dile a Michael que se quede en la habitación de huéspedes, no es bueno que se vaya tan noche hasta Neverland, ya esta lista esa habitación”.

Alexandra: Ves hasta mis padres dicen que te quedes.
Michael: Ok, ya entendí que mis suegros queridos se preocupan por ti (Lo lleve hasta su habitación) Bien, aquí dormirás (Le di un pequeño beso en los labios) Buenas noches futuro esposo.
Michael: Buenas noches futura esposa.

Sonreí y me fui a dormir, estaba muy emocionada y solo miraba el anillo que se posaba en mi dedo, era perfectamente hermosos, lo veía y soltaba suspiros, pero con lo cansada que me encontraba solo termine por dormirme.

A la mañana siguiente me levante y mire por mi ventana desde mi cama, era temprano, el sol se asomaba y había pocas nubes en el cielo, me levante y me bañe y me arregle, cuando baje pude notar que solo mi madre se había despertado.

Alexandra: Hola mamá.
Hilda: Hola Alex (Me beso la mejilla) ¿Cómo amaneciste?
Alexandra: Muy bien ¿Y tú?
Hilda: También, tu padre y Michael salieron a la tienda.
Alexandra: ¿¡Qué!? Pero…
Hilda: No te preocupes, salieron juntos porque Mike conducirá, no bajara de la camioneta.
Alexandra: Uf mejor, ya me imaginaba la carrera de Michael (Dije riendo)
Michael: Aw que lindo deseos (Dije llegando por atrás)
Alexandra: Lo sé, Hola (Dije dándole un beso) Hola papá (Dije dándole un abrazo y un beso en la mejilla.
Marco: Hola mi amor ¿Dormiste bien?
Alexandra: Si, muy bien ¿Y ustedes?
Michael y Marco: También.
Alexandra: Mamá, papá, hay algo que quiero decirles… que queremos decirles (Michael se me acerco y puso sus manos en mis hombros)
Hilda: Dinos.

Me puse nerviosa, mi padre y mi madre se sentaron en la mesa y nos miraron serios, yo suspire y Michael me trasmitía fuerza, trate de relajarme y suspire, para así poder hablar.

Alexandra: Má, pá, Michael y yo (Volví a suspirar) Mike y yo… nos vamos a casar.
Hilda y Marco: ¿¡Qué!?

Mi madre se oía feliz, pero pude escuchar enojo de parte de mi padre y no solo escuchar la cara le había cambiado por completo, se veía tenso, enojado, furioso.

Alexandra: ¿No te alegras? (Le pregunte a mi padre)
Marco: Claro que no…
Alexandra: Pero ¿Por qué?
Marco: ¿Qué no ves que Michael solo te utiliza?
Michael: Para nada, yo quiero mucho a su hija y jamás jugaría con sus sentimientos.
Marco: Si claro, que no ves hija por Dios.

No podía creer lo que mi padre me estaba diciendo, lo veía totalmente enojado y Michael se estaba poniendo mal, quería para esto, mi padre y Michael se empezaron a decir demasiadas tonterías, mi madre y yo tratábamos de calmarlos, tome la manos de Michael, pero hubo algo que hizo que todos nos calláramos.

Marco: Alexandra, tienes que elegir ¡Tu familia o él!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Capitulo 30……… Sorpresas.


+14 de julio de 1989+

Ya había pasado mucho tiempo del día en que fui a visitar a Arón al cementerio, la mera verdad que desde ese día me había sentido mejor, inclusive podía respirar mejor, me había quitado un gran peso de encima de mis pobres hombros.

Michael ya había terminado sus conciertos y ahora pasaba mucho tiempo conmigo, lo cual me tenía más que contenta, hoy es mi último día en la universidad, pues ya termine mi carrera de ciencias de la comunicación hoy todos están reunidos en el auditorio, Michael, mis padres, los padres de mis amigas, todos nuestros seres queridos estaban ahí.

Sabrina: Wau por fin este día llego.
Mercedes: Así es (Me miro) ¿Estas feliz?
Alexandra: Muy feliz, me siento tan alegre que… (Suspire) No sé como describir mi sentimiento.

Las tres nos graduábamos hoy, cada una en nuestras carreras, Mercedes se graduó de ingeniero industrial, Sabrina en relaciones exteriores y yo de ciencias de la comunicación, las tres estábamos más felices que nunca.

La ceremonia empezó y primero nombraron a los que se graduaban de enfermería y fueron así hasta que al último nombraron a los de ciencias de la comunicación, a lo largo de de este tiempo muchos fueron desertando de esta carrera por lo mismo solo quedamos de 35 alumnos quedamos 8, unos se fueron porque no aguantaron la carga, otros porque no les gusto la carrera y otros porque se tuvieron que ir a otras partes.

Todo iba perfecto, las cosas marchaban increíble, pero en toda ceremonia siempre hay un momento que tiene que ser nostálgico, como yo era muy buena hablando en público me dieron la tarea de hacer un discurso, como Arón también estudio ahí, estudiaba enfermería, y todos sabían que era mi novio me pusieron a hacer el discurso cuando hablara de él, ya que ya familia de él estaría ahí, no me podía negar, aunque claro esta no estaba muy convencida de hacerlo, Michael estaba ahí ¿Se pondría mal? Espero que no.

Suspire y todos me daban ánimos, pero la verdad que esto sería más difícil de lo que muchos se imaginaban, camine unos pasos y llegue al estrado, era mi turno y tenía que ser fuerte, no desmoronarme enfrente de todos y cumplir con mi cometido.

Alexandra: Buenos días padres de familia, honorable presídium y todos los seres queridos que nos acompañan hoy en este día tan hermoso, en este día donde se cierra uno de nuestros capítulos para abrir otro y empezar con una nueva parte de la historia de nuestras vidas, pero no hay porque estar nostálgicos en este día, si bien, no todos nuestros compañeros terminaron con nosotros este ciclo hermoso, muchos se fueron a otras ciudades, a estudiar a otras universidades y otros lamentablemente se fueron para ya nunca volver (Hay venia la parte en la que tenía que ser mas fuerte) como nuestro gran amigo y fiel compañero Arón Blake, al cual siempre recordaremos como lo que fue, una de las mejores personas que hemos conocido, en lo personal duele mucho su ausencia, pero no hay que ponernos tristes (Se me hiso un nudo en la garganta el cual todo pudieron notarlo, levante la mirada y me encontré con la de Michael, el cual me dio una sonrisa y me dio fuerzas para seguir) no hay que ponernos tristes, hay que recordar los momentos en los que reímos con él, en los momentos donde estuvo para ayudarnos, en los momentos que siempre nos brindo la mano cuando más lo necesitábamos, se abra ido y a muchos de los presentes nos duele su partida, pero sabemos que estará ahí siempre, permanecerá en nuestros corazones, en nuestros bellos recuerdos, si es que así lo deseamos, y por la amistad que le tuvimos hay que pasarnos este día con alegría, con felicidad, haciendo lo que él le hubiera gustado que hiciéramos reír, gozar de la vida y darle gracias a Dios por ella y siempre recordar a nuestros seres queridos con una sonrisa, gracias.

Las personas se levantaron a aplaudirme, Michael se veía orgulloso de mí, pero después desvié la mirada de él, baje unos cuantos lugares y ahí estaba mi antigua suegra, Miranda, era como se llamaba, tenia lagrimas en los ojos y aplaudía, un nudo más grande se formo en mi garganta al verla, solo me dijo gracias con la mirada y baje yo la mía, para después salir de estrado, pero no pude ser tan fuerte, baje del estrado y me seguí de largo para salir del auditorio, no podía estar ahí, no quería que me vieran llorar, y si en efecto apenas salí y las lagrimas se hicieron presentes en mis ojos.

******: ¿Te encuentras bien?
Alexandra: Si, solo que… bueno el discurso fue muy duro para mí, no es fácil hablar con tantas personas cuando si duele un poco su ausencia.
******: Si, siempre su recuerdo me hace llorar y cuando voy a su habitación no puedo parar de llorar, pero fuiste muy fuerte, por eso mi hijo te quería tanto.
Alexandra: Gracias señora, pero creo que fuerte no lo soy mucho.
Miranda: Si lo eres, muchos nos rompimos ahí mientras hablabas pero tu terminaste lo que empezaste (Me abrazo) Gracias.
Alexandra: No tiene nada de que agradecerme, su hijo significa mucho para mí.
Miranda: Eso lo sé, y bueno espero que tú puedas ser feliz, mi hijo le hubiera gustado que siguieras con tu vida.
Alexandra: Eso es lo que intento, y bueno creo que lo estoy logrando (A este punto las lagrimas ya habían cesado)
Miranda: Michael se ve que es muy buen muchacho y que te quiere (Me sonrió y yo sonreí con lo que dijo) Me alegra que el amor vuelva a tocar a tu puerta.
Alexandra: Gracias Miranda.
Sabrina: (Llegando) Alex, es al hora.
Alexandra: Voy en un momento.
Sabrina: Ok te esperamos (Dijo yéndose por donde venia)
Alexandra: Tengo que irme, vamos a bailar así que no se puede ir (La abrace) Nos harán una fiesta en la casa de Mercedes ¿quiere ir?
Miranda: Déjame pensarlo, no creo aguantar estar con tanto joven alocado (Dijo riendo y yo reí) Ve que te están esperando.
Alexandra: Si es cierto, adiós.

Le di un beso en la mejilla y me despedí de ella, me sirvió hablar con ella, bueno cuando entre todas las chicas que bailaríamos ya se estaban cambiando, lo bueno que yo debajo de la toga llevaba el uniforme para el baile, solo me la quite y quede lista.

Director: Y bueno, aquí el ultimo baile de nuestro grupo de danza representativo de la universidad.

Esa era nuestra señal, todas estábamos nerviosas, Sabrina y Mercedes ni se diga, pero creo que a mí ya se me había quitado el nerviosismo, después de aguantar el discurso ya todo se me hacía más fácil, salimos y las personas empezaron aplaudir y cuando todo cayo la música empezó.

Al momento en que la música empezó mi cuerpo empezó a dejarse llevar por la música, lo que hiso que mis pasos salieran mas fluidos y fuera más fácil para el baile.

Al terminar quedamos posando y todos los presentes nos aplaudieron, muchos se levantaban y chiflaban si claro eran nuestros compañeros que solo estaban haciendo borlote, pero mi trabajo no terminaba ahí, al terminar es la canción las chicas se salían del escenario y entraba uno de mis compañeros quien bailaría conmigo una coreografía en pareja.

Y al terminar solo sonreímos a los demás, pero aun faltaba uno, rápidamente me vestí, me puse un pantalón negro y un sombrero salí y lo que nunca pensé que aria lo hice, empecé a imitar a Michael frente a sus ojos, estaba medio vestida como Michael pero a mi estilo.

No estaba muy convencida de hacerlo, pero como todos me habían dando aquella tarea ya que hacer, ya era el día, y empecé, obvio que apenas se escucho la música los que sabían que Michael estaba ahí lo voltearon a ver y el rio.

Al terminar mi imitación todo aplaudieron y yo ya por fin pude retirarme del escenario.

Sabrina: Wau pero que bien lo hiciste (Me dijo)
Mercedes: Créeme que si no hubiera sabido que eras tú, te hubiera confundido con el verdadero Michael.
Alexandra: Gracias, que bueno que me salió bien.
Michael: (Me abrazo por detrás) Wau, no sabía que eras mi mejor imitadora.
Alexandra: No te emociones, lo hice porque todo aquí (Señale a todo el grupo) Me obligaron a hacerlo.
Michael: Pues lo hiciste excelente (Me volteo) Ni el mismísimo Michael Jackson lo hace así (Dijo bromeando)
Alexandra: Jajaja, muy gracioso.
Mercedes: Bueno chicos ya término, es hora de la fiesta.

Todos gritamos, las chicas y yo nos fuimos a cambiar ya que seguíamos con el vestuario, nos arreglaríamos en la casa de Mercedes, salimos de auditorio, y afuera de él se encontraban nuestros padres y Michael.

Alexandra: Bueno listo vámonos.
Marco: Linda tu madre y los padres de Mercedes y Sabrina iremos a comer y los dejaremos que disfruten su fiesta.
Alexandra: Perfecto se cuidan (Les di un beso a mi padres)
Marco: Ya sabes nada de alcohol.
Alexandra: Sabes que lo odio.
Marco: Si ya se, es broma (Me beso la frente)
Hilda: Mi amor este es nuestro regalo de graduación (Me dio una cajita)
Alexandra: (La abrí y era un lindo brazalete de platino) No se hubieran molestado (Los abrace)
Marco: Te lo mereces.

Me puse el brazalete y después cada uno se fue para nuestro camino, en el camino íbamos Mercedes, su hermana, Sabrina, su novio Iván, Michael y yo, mientras platicábamos casi todos podía sentir la mirada de desprecio que Graciela me daba, pero decidí no prestarle atención, aunque de verdad me resultaba imposible.

Graciela: (Me hablo bien, aunque sonaba hipócrita) Que lindo brazalete.
Alexandra: Gracias, me lo regalaron mis padres por la graduación (Conteste muy amable)
Graciela: Oh que bien, sabes voy a felicitarte, bailaste tan bien, que impresionarías a cualquiera.
Alexandra: (Extrañada de la felicitación de Graciela) ¿Enserio? Muchas gracias.

En el camino no paraba de hacerme platica y eso a todos los que estábamos ahí les impresionaba mucho, y más a mí, pero como no me quería ver grosera le seguí la corriente aunque claro está, pensaba que planeaba algo.

Al llegar a la casa de Mercedes, todos bajamos de la camioneta nos adelantamos y Mercedes se quedo sola con su hermana.

Mercedes: ¿Y eso que anda muy amigable con Alex?
Graciela: ¿Qué? Todos cambiamos ¿O no es así?
Mercedes: Solo espero que no hagas una tontería como…
Graciela: ¿Cómo qué? ¿Cómo la ves en que le di esa droga a Arón para que durmiera conmigo? O ¿La ves en la que por otra droga chocaron él y las chicas?
Mercedes: Exacto… si haces una tontería no detendré a los padres de Alexandra y le pediré a los nuestros que no se interpongan.
Graciela: Claro, claro, créeme que lo que planeo no va por ahí.
Mercedes: ¿Qué planeas?
Graciela: Nada (Dijo aparentando inocencia)
Mercedes: Créeme que si planeas algo, no podrás hacerle la noche mala a Alex, y menos con la sorpresa que le va a dar Michael.
Graciela: ¿Qué sorpresa?
Mercedes: ¿Qué te importa?

+Adentro de la casa+

Alexandra: ¿Y ahora que traerá Graciela?
Sabrina: No se pero no me gusta nada como se está comportando hoy… es extraño.
Michael: Tranquilas, no dejare que te pase nada (Dijo abrazándome)
Alexandra: Gracias.

Cuando llego Mercedes, ella Sabrina y yo nos fuimos para su cuarto donde seria donde nos arreglaríamos, Michael e Iván se fueron a otro cuarto también para arreglarse, mientras nos arreglábamos las chicas murmuraban algo y luego se veían nerviosas.

Alexandra: ¿Les sucede algo?
Mercedes: No nada, es que queremos que hoy te veas lindísima (Me miro) Te verías lindísima con el cabello planchado.
Alexandra: ¿Qué? No mi cabello rizado se ve lindísimo así.
Sabrina: Si es cierto, te quedaría muy lindo el cabello lacio.
Alexandra: Pero…
Mercedes: Pero nada, déjanos a nosotras el trabajo difícil.

Me sentaron enfrente del peinador pero dándole la espalda al espejo, mientras pasaban la plancha una y otra vez por mi cabello, según ellas estaban quedando lindísima y después de eso empezaron a maquillarme, y Mercedes buscaba entre sus cosas un vestido que según ella me vería espectacular.

Me paso enfrente un vestido morado corto, me dijo que me lo pusiera me cambien y cuando salí las chicas me miraron sorprendidas.

Alexandra: ¿Qué pasa?
Mercedes: Pensé que jamás te verías así de linda.
Alexandra: ¿Eso fue un cumplido? (Dije riendo)
Sabrina: Es que te ves hermosa (Miro a Mercedes) Lo logramos.
Alexandra: Quiero verme a un espejo.
Sabrina: Ahorita te ves (Me tomo de la mano y empezó a caminar)
Mercedes: Es cierto, ya empezó la fiesta, tienen que verte los invitados.

Ellas ya estaban listas, así que salieron corriendo y por eso no me dejaron ni siquiera verme al espejo, pero al salir muchos de los presentes voltearon a verme y se quedaron en shock, uno de ellos Michael, el cual al verme se le cayó el vaso que tenía en la mano, después que paso del shock se me acerque y me tomo de la mano.

Michael: Wau te ves hermosa.
Alexandra: Bueno eso espero, ya que no me he visto.
Michael: Pues te pierdes de mucho.
Mercedes: Michael (Michael volteo a verla) Creo que ya es hora ¿No crees?
Michael: Creo que si tienes razón.
Alexandra: ¿Qué se traen eh?
Sabrina: Créeme te va a gustar, así que no preguntes.
Michael: Ven tenemos que hablar.

Caminamos agarrados de las manos y quedamos en un lugar apartado de la fiesta, donde ya casi no se escuchaba música. Al mirar a Michael juraría que estaba muy nervioso, sentía que hasta temblaba, llegamos a donde estaba una banca y nos sentamos ahí, me miro a los ojos y seguía muy nervioso.

Alexandra: ¿Te encuentras bien?
Michael: Si, solo que pues… esto es un poco difícil.
Alexandra: Vamos dime lo que quieras.
Michael: (Me miro a los ojos y tomo mis manos) Alexandra, cuando yo te conocí te me hiciste linda, pero mientras más tiempo pase contigo me fui enamorando poco a poco, pero descubrí que no eres la chica que yo pensé (Baje la mirada) Eres mucho mejor de lo que pude haber imaginado (Volví a mirarlo) y no sabes lo feliz que me has hecho estos últimos meses, por eso quiero… quiero preguntarte si… (Saco una cajita negra de terciopelo y se arrodillo frente a mí) Si… a tu corta edad quisieras (Abrió la cajita) ¿Quisieras casarte conmigo?

martes, 6 de diciembre de 2011

Capitulo 29……… Perder El Miedo.


¿Sentimientos? Son las sensaciones que te hacen conocer el dolor, el amor, la felicidad, la tristeza, pero no solo eso, si no la angustia al ver que esos sentimientos están demasiado desorientados, eso era lo que a mí me pasaba, me sentía angustiada al no saber verdaderamente si amaba o no a Michael… Muy bien sabia que él me había ayudado a todo lo que volví a ser, pero creo… que ahora tenía el temor de saber que existe el amor…

Hilda: (Entrando) Alexandra… baja a comer (Me miro) ¿Te encuentras bien?
Alexandra: (Saliendo de mis pensamientos) ¿Qué? Si mamá… solo pienso… hay bajo no te preocupes.
Hilda: Claro… pero ven pronto que ya esta lista la cena.

Cerró la puerta y escuche como bajaba las escaleras, yo me pare de mi cama y me arregle un poco el cabello, baje y ya se encontraba mi padre y mi madre en la mesa sentados, estaban los tres lugares para cenar, yo me senté al lado de mi padre, en frente de mi madre, empezamos a comer y yo mientras comía jugaba con el plato y casi no probaba bocado.

Marco: ¿Te sientes bien Alexandra?
Alexandra: No mucho… estoy cansada, me iré a descansar.
Marco: Esta bien… cuídate para cualquier cosa nos avisas.
Alexandra: Claro.

Les di un beso y me fui pero ellos se quedaron platicando en el comedor.

Marco: ¿Sabes que tiene Alexandra?
Hilda: Solo está confundida… es algo con la relación con Michael.
Marco: Hay dios… no me gusta para nada la relación entre Michael y Alexandra.
Hilda: Pero ¿Por qué? Se nota que Michael la quiere y mucho.
Marco: No… yo se que solo está jugando con los sentimientos de mi niña…
Hilda: Marco… Alexandra ya no es una niña… eso tienes que saberlo, ya creció y mira Michael se ve muy buena persona.
Marco: Espero estarme equivocando, pero a mí no se me hace buena persona.

Me encontraba en mi cuarto… me puse la pijama y me dispuse a relajarme, le pediría un consejo a la mejor concejera, la almohada, apenas recargue la cabeza en la almohada me quede profundamente dormida, mi cuerpo se relajo y pude descansar.

Al día siguiente me levante muy temprano, que bueno ya que tenía clases en la universidad, me metí a bañar y después me aliste para salir directo a la universidad, pero mi madre me detuvo para que desayunara.

Hilda: Anda come antes de que se te haga tarde.
Alexandra: Ok ya voy.

Me senté en el comedor y mi madre me dio huevos con jamón y pan tostado y un jugo de naranja, comí rápido y después de lavarme los dientes ahora sí, salí disparada para la universidad, ahí me encontraría con Sabrina y Mercedes. Caminaba por las calles y me acordaba de los días antes del accidente, sin duda alguna fue un día muy doloroso, pero de no haber sido así nunca hubiera conocido a Michael, pero ahora que lo pensaba nunca había ido a donde enterraron a Arón, ¿Dónde habrá quedado?

Deje de pensar en eso, porque acababa de llegar a la universidad, tenía que ver en que clases me tocaba entrar, busque a las chicas y las encontré en la cafetería.

Sabrina: ¡Alex! (Corrió y me abrazo) Que bueno que estas aquí.
Mercedes: De vuelta en la universidad que alegría (Me abrazo)
Alexandra: Si la verdad que sí, pero que clase nos toca.
Sabrina: Matemáticas, pero no vino el profesor, así que tenemos la primera hora libre.

Después de horas y horas en la universidad el día de clases termino, no digo que fue aburrido pero claro que no fue divertido estar escuchando al profesor de historia y a la de química estar hable y hable, me estreso un poco.

Ya estábamos saliendo de la universidad cuando me anime a preguntarles a las chicas donde estaba enterrado Arón, suspire y me decidí a preguntarles.

Alexandra: Chicas ¿Les puedo hacer una pregunta?
Mercedes y Sabrina: Claro.
Alexandra: ¿Dónde… donde quedo Arón?

Las chicas se miraron entre sí, no me querían decir donde quedo Arón ¿Por qué? Ese era el dilema… pero ellas más que nadie sabían que no me iba a dar por vencida así que si ellas no me lo decían iba a ir con otras personas a investigar.

Alexandra: ¿Y bien?
Mercedes: Este…
Sabrina: (Interrumpiéndola) Ya hay que decirle, sabíamos que algún día lo preguntaría.
Mercedes: Si tienes razón (Me volteo a ver) Esta en el cementerio Forest Lawn.
Alexandra: Bien… gracias (Les sonreí y me di media vuelta)
Sabrina: ¿No quieres que te acompañemos?
Alexandra: No, creo que esto lo puedo hacer sola.

Me di otra vez la vuelta y comencé a caminar rumbo al cementerio, no estaba muy lejos y la verdad no quería que nadie viniera conmigo quería hacer esto yo sola.

Faltaba poco para llegar y yo estaba un poco nerviosa ¿Tengo el valor para poder ver donde descansa Arón? Creo… creo que sí, esperemos que  sí. Llegue al cementerio, pero bien no sabía dónde estaba, así que fui a la caceta y con miedo fui a preguntar.

Alexandra: Disculpe, ¿Aquí me pueden decir dónde puedo encontrar la tumba de un amigo?
Velador: Si (Saco un libro grandísimo) ¿Cómo se llama tu amigo?
Alexandra: Arón Blake.
Velador: (Buscando) Blake… Blake, aquí esta (Leyó) Esta en el patio 33 pasillo 13, en la lapida debe de decir su nombre.
Alexandra: (Con la vos temblorosa) Gra…gracias
Velador: No hay de que (Me vio bien) Tu eres ¿Alexandra Reyes?
Alexandra: Si ¿Por qué?
Velador: Me dijeron que cuando vinieras te diera esto (Me dio una cajita) Cuando llegues a la tumba lo abres y ahí hay instrucciones.
Alexandra: Gracias.

Me di la vuelta y busque el patio 33 y cuando lo encontré busque el numero de pasillo, estaba nerviosa, y ahora mas con esa caja que me habían dejado, encontré el pasillo y camine en medio de las tumbas, y hasta que la encontré, era una lapida de mármol negro, con acabado plateados, que decían su nombre y la fecha de nacimiento y fallecimiento.

Alexandra: (Me senté en el suelo y toque la lapida) Eh aquí… después de más de un año, aquí estoy y tu… tú no estás (Las lagrimas se hicieron presentes) Hay Arón, no sé qué hacer… con lo que te paso, y lo que ahora está pasando, me doy cuenta que no solo te llevaste una gran parte de mi corazón si no que te llevaste mi valentía para amar, me doy cuenta que tengo miedo de volverme a enamorar, tengo miedo de volver a perder a alguien importante, tengo miedo de… de olvidarte.

Como mi primer novio lo ame muchísimo, siempre fue bueno conmigo y él me amaba, y si tenía mucho miedo de enamorarme de Michael porque, si lo perdía igual o peor de cómo perdí a Arón no sabría si podría aguantar… aguantar una segunda ves… aguantar volver a quedarme sola y que se llevaran mi corazón.

Estuve en el suelo llorando un buen rato, mientras veía esa lapida negra que no me respondía nada, levante la mirada y puse la caja ahí arriba de la lapida y suspire, lo extrañaba, podía vivir sin él, pero necesitaba que me devolviera esas ganas de volver a amar, esas fuerzas que tanto necesitaba, ese sentimiento que cuando se tiene es hermoso.

Alexandra: Ayúdame a volver a amar, sé que puedo superar este dolor, sé que puedo volver a amar pero no sé cómo.

Trate de dejar de llorar y cuando lo logre levante la cara y cuál fue mi sorpresa, había una paloma blanca arriba de la caja, esa paloma me miraba y yo claro que estaba sorprendida al verla tan de cerca y que no volaba, tome en mis manos la caja y la paloma se puso a un lado de donde estaba, la abrí y encontré una nota.

“Sonara raro, descabellado y loco, pero sabía que vendrías, necesitabas hacerlo, Alexandra jamás fui tan bueno como tú piensas, ama a Michael se merece todo lo que le puedes dar, yo te ame, pero no lo suficiente como para que me sigas llorando y que por mi culpa no seas feliz, te amo pero te dejo ir.

Arón”

Me quede helada, esa era la letra de Arón, la reconocería a 20 kilómetros, me asuste por un momento, pero aun con miedo vi más adentro de la cajita, había una esclava de plata que tenia escrito “Si la valoras déjala ir, si lo amas déjala ser feliz” y había otra carta.

“Espero que todavía sigas aquí en el cementerio, si es así te pido que esa esclava se la des a la paloma, ella será la que se lleve esa carga tan pesada que cargas en tu corazón”

Mire la paloma y por un momento podría jurar que estaba viendo los ojos azules de Arón, pero ¿Cómo? Tenía miedo pero aun así tome la esclava entre mis manos, vaya que si pesaba, y se la coloque a la paloma para que no se le callera, parecía que a ella no le pesaba, extendió las alas y voló alejándose de mi, sentí un frio viento que limpio no solo mi cara de las lagrimas podría jurar que había limpiado mi alma y se había llevado lo que me atormentaba, me levente del suelo y pude sonreír.

Alexandra: Gracias Arón.

Comencé a caminar alejándome de la lapida y pronto me encontraba en la entrada del cementerio, me acerque a la caceta y busque al señor que me había atendido, mas no lo encontré, me encontré con otro chavo.

Chavo: Hola ¿En qué puedo ayudarte?
Alexandra: ¿Donde está el otro señor, el que hace rato estaba aquí?
Chavo: Perdón pero no hay nadie más aquí, yo hace rato salí a comprar unas cosas, pero nadie se quedo aquí.
Alexandra: Si era un señor ya grande (Mire una foto) Mira es el de la foto.
Chavo: (Tomo la foto en sus manos) El es mi abuelo… murió hace una semana y yo me quede aquí en su lugar (Dijo triste)
Alexandra: ¿Qué? (Susurre incrédula y sorprendida)
Chavo: Si… lo extraño demasiado (Vi como estaba a punto de derramar lagrimas)
Alexandra: Lo… lo siento, tengo que irme.

Camine rápidamente hacia la salida y note como mi corazón latía a mil por hora, no entendía nada y tenía mucho miedo, así que solo corrí hasta mi casa, estaba algo lejos pero no me importo, pero al pasar del recorrido fui bajando el nivel de la corrida hasta que solo quede caminando, había sucedido milagros este día, uno de ellos un gran peso de encima de mis hombros se había ido y podía sentirme mejor, pareciera como si la sonrisa volviera a mi rostro, simplemente la tormenta había pasado y creo que el sol comenzaba a salir de nuevo en mi camino.

Llegue a mi casa y mi madre me vio.

Hilda: Alexandra (Me miro sorprendida) Podría jurar que tienes una luz brillante a tu alrededor.
Alexandra: No mamá, solo… solo volví a sonreír. Iré a mi habitación.

Le di un beso y me fui a descansar, había sido un día pesado y tenía que descansar, ver la tumba de Arón e irme a despedir de él definitivamente me había hecho, volver a respirar, volver a sentir y a perder el miedo a muchas cosas.