Trailer De No Dejes Que Mi Corazón Muera

domingo, 27 de mayo de 2012

Capitulo 44……… A tiempo.


¿Qué pasaba? Mi vida no podía ponerse peor, cada día me desmoronaba más y ahora con esta noticia que David me había dado terminaba de caerse mi vida.

Después de haberme desvanecido en sus brazos no recuerdo casi nada, solo recuerdo que escuchaba a David gritarles a Regina y a Miguel, pedía ayuda, al parecer se había preocupado por mí, sentí como me pusieron sobre una superficie suave y de ahí no recuerdo.

Mis ojos poco a poco se fueron abriendo, me levante esperando que todo fuera una horrible pesadilla, pero no lo era, vi a Regina y a Miguel dormidos en los sillones enfrente de mí, mire el reloj y eran las 6 de la tarde, debía ser del día siguiente ya que cuando me desmaye era más tarde, me levante y me encontré una nota a un lado del reloj, la abrí y ahí venia la dirección del hospital, tome mis zapatos y mi bolsa, mientras iba corriendo y saliendo de la casa me ponía los zapatos y me peinaba, salí y en ese mismo instante iba pasando un taxi, le hice la señal de parada y este se detuvo para yo poder abordar, le entregue la nota donde venia la dirección y me emprendimos camino hasta haya.

Mis nervios crecían, pues no sabía que me iba a encontrar al llegar a ese lugar, con forme nos acercábamos más me faltaba el aire, mas me llenaba de nerviosismo, cuando llegamos le pague al señor y baje del taxi, mire a mi alrededor, ¿Cómo no reconocerlo? Era el mismo hospital donde yo había pasado tantos meses en rehabilitación, donde me llevaron después del accidente de tantos años.

Al estar frente a él solo di un gran suspiro y comencé a caminar con miedo, pero luego mis pasos se convirtieron en sacadas, corrí por todos los pasillos hasta que encontré una enfermera, la detuve y con un nudo en la garganta apenas y pude hablar.

Alexandra: ¿El señor Reyes… Marco Reyes, se encuentra aquí?
Enfermera: (Miro su lista) Si, está internado desde hace dos mese (Me miro) Esta en el cuarto 23, piso 6.
Alexandra: Muchas gracias.

Comencé a correr por los pasillos y fui al elevador, pero al ver como tardaba preferí tomar las escaleras, corrí por ellas hasta que llegue al piso 6, de ahí corrí por todo el pasillo hasta que a lo lejos vi la habitación 23, corrí más rápido e intente tomar la perilla pero alguien me lo impidió, me tomaron de los brazos.

******: No puede entrar señorita (Dijo la persona que me había detenido)
Alexandra: Por favor (Mire a aquel doctor) Mi padre está ahí y se está muriendo (Dije desesperada)
******: No, ahí está solo un señor con su familia…
Alexandra: Lo sé (Lo interrumpí) Ese señor es mi padre ¿Qué no entiende? Tengo que entrar yo soy su hija (Dije gritando)
******: (Me miro) ¿Alexandra?
Alexandra: Si, soy Alexandra Reyes, la hija de la persona que se está muriendo ahí (Dije con dolor) ¿Usted… tío Antonio? (Lo abrace)
Antonio: Alexandra ¿Dónde te habías metido? (Dijo abrazándome) Todos estábamos muy preocupados por ti (Me separo un poco y me tomo de la cara)
Alexandra: Te diré después, necesito ver a mi padre.

Solo me dio un beso en la mejilla y me dejo pasar, yo di un gran suspiro y comencé a caminar tranquilamente, al pasar a aquella habitación se podía respirar sufrimiento, depresión y dolor.

Con miedo seguí caminado y nunca se me había hecho un camino tan largo, en aquel lugar solo se escuchaba el sonido de mis zapatos chocando contra el suelo, mire a mi izquierda y miraba a Mercedes y Graciela, estaban sentadas con la cabeza agachada y mire a mi derecha y mire a Sabrina y a… ¿Michael? Si, mis ojos no mentían, el estaba ahí, seguí caminado hasta llegar a donde empieza la cama de mi padre, me quede ahí y mire a mi padre con los ojos cerrados, mi madre se encontraba a un lado de él, sosteniendo su mano y recostada sobre la cama, con fuerzas pude articular palabra.

Alexandra: ¿Mamá? ¿Papá? (Sentí como todas las miradas se fueron hacia mi)
Hilda: ¿Alex? ¿Alexandra? (Dijo soltando a mi padre y yendo hacia mi) ¿Eres tú?
Alexandra: Si, soy yo.

Se acerco y me abrazo, yo le correspondí y luego mire a mi padre que me miraba a mí, solté a mi madre y ella se hizo a un lado, volví a caminar acercándome ahora a un lado de mi padre, el con movimientos me indico que me sentada a un lado en su cama, yo le hice caso, me senté y me tomo de las manos, nos quedamos unos minutos sin decir nada, solo nos mirábamos.

Marco: ¿De verdad eres tu Alexandra? ¿No eres un espejismo de mi hija?
Alexandra: Claro que no soy un espejismo (Acaricie su rostro) Soy tu hija, en carne y hueso.

Extendió sus brazos e intento levantarse para abrazarme, mas no pudo, yo me acerque y lo abrace, lo extrañaba mucho, pues era mi padre y siempre lo había querido a pesar de lo que había pasado, me apretaba fuertemente, mas no como antes, pues se notaba su gran debilidad, me separe un poco de él y me quede mirándolo, el me miraba con ternura.

Marco: Mi niña (Puso un mechón detrás de mi oreja) Como has crecido, has cambiado demasiado (Dijo con cierto orgullo)
Alexandra: Eh cambiado en el exterior, pero adentro sigo siendo la misma Alexandra que siempre eh sido (Le di un beso en la mejilla) Perdóname papá, perdóname por haberme ido sin decir a donde…
Marco: Mas bien tú perdóname por no haber aceptado tu relación con Michael (Me aleje un poco)
Alexandra: Lo mío con Michael quedo en el pasado ¿Si? (Dije serena) Yo a ti no te tengo que perdonar nada, todo lo hiciste por mi bien y sé que solo querías lo mejor para mí.
Marco: De eso no lo dudes (Me sonrió) ¿Sabes? Te estuvimos buscando mucho tiempo y no puede ser que te hayamos tenido tan cerca.
Alexandra: ¿Cómo que tan cerca?
Marco: Tu madre admira mucho al violinista ese… siempre veíamos los conciertos que daba y había una chica que tenía el cabello plateado hermoso (Sonreí y él me sonrió) Siempre le tuvimos mucha admiración a esa chica y sin imaginarnos eras tú.
Alexandra: (Baje un poco la mirada) Tuve que pasar mucho para estar donde estoy ahora… solo que bueno nada me importa más que ustedes dos.
Marco: Tu siempre serás lo mas importante de nuestras vidas, estoy tan orgulloso de ti mi niña (Lo abrace) Solo te pido que dejes que Michael te explique las cosas.
Alexandra: Claro que si papá… Te quiero mucho papá.

Solo lo dije ya que era lo que me estaba pidiendo, me quede abrazada a él, hasta que sentí como su cuerpo se volvía pesado y la maquina inundaba con su chillante sonido la habitación, deje lentamente el cuerpo inerte de mi padre sobre la cama y cerré sus ojos que se habían quedado abiertos, me pare de la cama y en ese instante mi madre me tomo entre sus brazos y comenzó a llorar amargamente sobre mí, yo la abrazaba y miraba el cuerpo de mi padre, que ya no se movía, pues su alma se había ido y ahora ya no estaba ahí con nosotros ahora nos miraba des de un mundo mejor, desde donde ya no lo lastimaría la enfermedad.

Dios me había permitido llegar a tiempo, pues si hubiera pasado mas días o inclusive horas no habría podido despedirme de mi padre, de mi padre que ahora me dejaba sola, me dejaba con mi madre destruida y llorando amargamente y gritando con todo su ser, mientras yo, me mantenía neutra, no lloraba, no sonreía, mi cara no tenia expresión alguna, solo lo miraba y abrazaba a mi madre.



(¯`•._+++++++++++++++++++++_.•´¯)
Comenten Por Favor :)

viernes, 18 de mayo de 2012

Capitulo 43……… Escuchar.


+Septiembre 1991+

Alexandra: ¿Qué quieres que te diga? ¡Si te extraño mucho! (Dije dándole la espalda) Quería verte y…
Michael: ¿Y qué? (Dijo detrás de mi)
Alexandra: De verte y besarte.

Sin decir nada voltee a verlo, el solo me sonreía con su perfecta dentadura blanca, se acerco lentamente a mí y yo cerré mis ojos, esperando a que sus labios tomaran los míos como hacía mucho tiempo que no lo hacían, pero después de un tiempo esos labios que tanto añoraba no se acercaban, abrí los ojos y mire a mi alrededor y después lo mire ahí, besando a Graciela en mi cara, ella se estaba colgando de su cuello y se lo comía a besos, después se separaron y me miraron.

Alexandra: ¿Qué les sucede? ¿Por qué me hacen esto? (Dije con rabia)
Michael: Crees que de verdad venia a buscarte para volver contigo (Dijo riendo)
Graciela: Acéptalo Alex, yo sé cómo tratar a un hombre y enamorarlo (Dijo acariciando el pecho de Michael) Tu pierdes tus oportunidades.
Alexandra: Ustedes dos son…
Michael: Solo es la verdad, yo me canse de ti, ella si me ama, ella si me valora, ella me da lo que tanto quiero.

Dijo y la volvió a besar, yo quería salir de ahí y correr, correr y alejarme para no mirar lo que sucedía pero no podía moverme, solo me quedaba ahí mirando y no podía hacer nada, pero de la nada me levante en la cama, había sido otra tonta pesadilla, me levante de la cama y me mire al espejo, tenía la cara de siempre, asustada y de enojada, como no iba a estar así, volvía a recordar y me llenaba de odio y rencor.

Trate de olvidarme de ese sueño y me comencé a arreglar, cuando termine salí de mi casa, pues ahora estábamos aquí en Los Ángeles, pero yo había comprado una casa aquí con mi s ganancias, donde traje a vivir a Regina y Miguel, pero seguía de gira.

Traía una chamarra con gorro y este me cubría la cabeza solo dejando algunos mechones de cabello salir y mirarse, mis ojos los cubrían unos lentes grandes, que no dejaban ver casi nada de mi rostro.

Comencé a caminar sin rumbo alguno, queriendo despejar mi mente, sin ver por dónde iba mis pies me llevaron a un lugar muy lejos de mi casa, pero que rápidamente reconocí, comenzaba a caminar por donde vivía, mire a mi alrededor y no había cambiado en nada.

Con miedo seguí caminado, mirando para todos lados, pues todo lo que miraba estaba igual, los arboles, las casas, todo, seguí caminando y llegue a donde tanto quería, a la casa de mis padres, miraba desde lejos a lado de un árbol, seguía el hermoso jardín y las mismas cosas fuera de la casa.

No quería alejarme de ahí, quería ir a esa casa y tocar la puerta, decirle a mi madre y a mi padre que los quería y que me perdonaran por ser tan idiota y haberlos dejado por él, pero no podía, no tenía el valor de tocar esa puerta, me quede cerca de una hora ahí parada sin hacer nada, hasta que vi como la puerta del garaje se abría, de ahí salió un auto, me imaginaba el de mi madre, ya que ella iba manejándolo, yo comencé a caminar alejándome, pero ella paso por mi lado y bajo la velocidad, yo seguí caminando como si no pasara nada, hasta que bajo el vidrio y toco la bocina del auto, yo voltee y ella se me quedo mirando.

Hilda: Oh lo siento (Dijo ella desanimada) Pensé que eras alguien más.
Alexandra: No se preocupe (Dije cambiando un poco mi vos)

Solo me sonrió y volvió a cerrar su ventana, arranco su auto y se fue, yo seguí caminando y no dejaba de ver el auto hasta que se perdió de mi vista, seguí caminando y llegue a la casa de Sabrina, estaba a unas cuadras de la casa de mis padres, también me quede ahí un rato hasta que vi que salió con Mercedes, iban platicando pero en sus caras se reflejaba un poco de tristeza, me acerque a escuchar lo que platicaban, claro sin que ellas me miraran.

Sabrina: ¿Supiste algo nuevo?
Mercedes: No nada, está muy grave, al parecer le queda muy poco de vida (Dijo muy triste) ¿Has sabido algo de lo otro?
Sabrina: No, llevo mucho buscando pero no… Alexandra tiene que saber lo que está pasando (Dijo frustrada)
Mercedes: Lo sé y el tiene que verla antes de que esta enfermedad lo consuma.

Yo me quede completamente helada, de quien estaban hablando ¿De Michael? No, el no le podía pasar nada, solo comencé a caminar alejándome de todo, lentamente mis lagrimas comenzaron a salir por mis ojos de solo pensar que algo malo le podía pasar a Michael.

Comencé a correr alejándome de los recuerdos, alejándome de los malos pensamientos que ahora inundaban mi cabeza, simplemente huyendo como lo hice aquella vez.

De un momento a otro llegue a un parque donde me senté en una silla a descansar, pues había corrido demasiado, solo me quede ahí sentada con los lentes puesto y sin querer mirar más que a la nada, poco a poco fue oscureciendo el día y así que decidí levantarme de aquel lugar, comencé a caminar tomando camino hacia mi casa, en ese momento solo iba pensando en lo que había escuchado, ¿Podría ser que Michael se estuviera muriendo? Volvían mis lágrimas a mis ojos de tan solo pensar esa tontería.

Después de mucho tiempo llegue a mi casa, había pasado todo el día fuera y Regina y Miguel se habían preocupado mucho, estaban en la sala esperándome.

Miguel: ¿Te encuentras bien?
Alexandra: (Suspire) Si, solo no tuve muy buen día.
Regina: (Miro a Miguel y luego a mi) Alex vino David (Lo mire estaba un poco escondido) Creo que necesitan hablar.
Alexandra: ¿Es necesario ahora? (Dije con un poco de fastidio) No me siento muy bien.
Regina: Si, lo es.
Alexandra: Muy bien (Mire a David) Por favor sígueme.

Nos alejamos y entramos a mi estudio, podría ser que ya había cansado a David con mi frialdad, pues me había convertido en una persona que no expresaba mucho sus sentimientos, eso a cualquiera cansaba, cuando entramos nos sentamos en una pequeña salita y lo mire esperando a que hablara.

David: Esto es muy importante y necesito que me escuches… es sobre tu familia.
Alexandra: (Me levante del sillón) No, simplemente no quiero escuchar nada ¿Si?
David: ¡Pero por favor! Tienes que escuchar…
Alexandra: ¡Ya te he dicho! ¡No quiero escuchar nada de mi familia!
David: Es que esto es importante.
Alexandra: Ya me cansaste ¡Eh dicho que no!

Salí enojada del estudio y él me seguía y gritaba que yo tenía que escucharlo, que me detuviera, pero no le hacía caso, caminaba rápido y comencé a subir las escaleras.

David: ¡Tu padre se está muriendo!

Me detuve en seco a media escalera, solo miraba hacia arriba y me negaba a voltear, después de unos segundos lleve mi temblorosa mano a mis lentes oscuros y los quite de mis ojos, me di la vuelta, lo mire él se encontraba en el inicio de la escalera, solo me miraba y ya no decía nada, yo me enoje y baje enseguida y me acerque a él.

Alexandra: Estas mintiendo (Dije golpeando su pecho) ¡No mientas David!
David: (Me tomo de las manos) No estoy mintiendo (Lo mire con los ojos llorosos) Desde hacia tiempo quería decírtelo y no había podido, tiene cáncer y se está muriendo.
Alexandra: ¡No! ¡No, el no se puede morir!

En ese momento comencé a llorar mientras mis rodillas se iban doblando haciendo que callera al piso de rodillas, David se arrodillo conmigo y me abrazo mientras llorara, me separo y me limpio las lagrimas pero en ese momento mi cuerpo no pudo más y mis ojos se cerraron haciendo que mi cuerpo cayera en sus brazos con mi mente inconsciente.

domingo, 6 de mayo de 2012

Capitulo 42……… ¿Entender? Muy difícil.


+14 de marzo de 1991+

Ha pasado ¿Qué? ¿Siete meses? Creo que sí, ya siete meses que no había visto a Regina ni a Miguel, pero aun desde lejos los apoyaba, les mandaba dinero  una cuenta y ellos lo recogían, les enviaba cartas y ellos me respondían, los quería y no los quería dejar tan desamparados.

Estábamos ahora en Texas, todo iba de maravilla, a la gente le encantaba el dueto que hacíamos David y yo, tocábamos infinidad de canciones y hacíamos retas con los instrumentos, yo con mi guitarra y el con su violín.

Acabamos de terminar este concierto, donde, como siempre, nos había ido excelente, íbamos rumbo al hotel, cuando llegamos cada quien tomo su camino a su habitación, pues a mí la cabeza me mataba, me dolía horrores y quería descansar.

Cuando llegue a mi habitación me recosté mirando al techo, mientras lo miraba recordaba cosas que no tenía que recordar, recordaba cuando conocí a Michael, cuando me beso, bueno cuando yo lo bese por primera vez, apreté mis ojos y trate de disipar mis pensamiento.

Puse mi cabeza sobre la almohada e intente dormir, pero el sonido de mi puerta no me dejo, alguien tocaba mi puerta e insistía, yo con una lentitud me pare y fui a abrir, mi sorpresa fue haberme encontrado a David parado fuera de mi habitación.

Alexandra: ¿Qué pasa David?
David: Alexandra (Ya le había dicho mi nombre verdadero) Necesito hablar contigo.
Alexandra: ¿Es importante?
David: Si, lo es… (Me miro) ¿Te sientes bien?
Alexandra: No, me duele mucho la cabeza ¿Sera que podemos hablar mañana?
David: Si, mejor, lo que te tengo que decir lo tienes que asimilar bien.
Alexandra: Muy bien, hablamos mañana.

Le di un beso y me fui a acostar, la cabeza me estallaba y la verdad para platicas no estaba en ese momento, como pude, después de varios intentos logre conciliar el sueño, mas no descansar, daba vueltas y vueltas sobre mi cama, no me relajaba y al parecer tenía una pesadilla, donde solo recuerdo que miraba a mi padre, lo miraba en una cama de hospital y él me hablaba y decía que lo perdonara, pero no recordaba mas.

Me desperté a eso de las 6 de la mañana, eso gracias a que cuando me movía me caí de la cama y me golpee el brazo, con cuidado me levante y me senté en la cama, el sol ya se encontraba afuera y lo miraba desde mi ventana, camine a darme una buena ducha e intentar bajarme el dolor y la angustia que había sentido después de ese horrendo sueño.

Después de una hora en la regadera y de arreglarme baje, ya eran como las 7 u 8 de la mañana, pues me había tardado mucho en arreglarme, baje al comedor del hotel y me senté en una mesa, mientras pensaba que iba a desayunar tomaba un café y miraba a la nada, pero en eso llego David y se sentó a mi lado.

David: Hola linda ¿Cómo estás? (Me dio un leve beso en los labios)
Alexandra: Normal, no pude dormir bien…

Creo que se me había olvidado decirles, David se había convertido en mi novio, pues ¿Qué puedo decir? Me caía muy bien y era muy amable y después de unos meses de conocerlo le di la oportunidad, tenía 3 meses con él y de verdad que nos iba muy bien, lo quería.

Alexandra: ¿Qué era lo que querías decirme anoche?
David: Es algo un poco delicado, algo que me deberías escuchas muy atentamente.
Alexandra: Vamos te escucho.
David: Es sobre tus papás… creo que deberías viajar a Los Ángeles a visitarlos.
Alexandra: Creo que no…
David: ¿Por qué no? Tu misma me dices que los extrañas…
Alexandra: Porque es muy difícil, no puedo ir a verlos tan fácil como así.
David: ¿Por qué?
Alexandra: (Suspire con mucha pesadez) Creo que no te conviene saberlo.
David: Vamos, siempre me dices eso y jamás me quieres contar (Me tomo de las manos) Deja decir yo si de verdad no me convenía escucharla.

Después de un suspiro y de pedir el desayuno comencé a contarle un poco mas de mi vida, en especial lo que paso con Michael, lo de mi casi boda, él porque me aleje de mis padres y ahora no podía visitarlos, el solo me miraba y trataba de comprenderme, creo que lo hacía mas no sabía cómo se sentía, no lo quería lastimar, pero quería saber el porqué y ahora yo se lo estaba diciendo.

Después de un rato me quede completamente cayada y comencé a jugar con la comida que había en mi plato, no tenía nada que decir, ya había terminado de decirle todo, el me miraba con mucha ternura y no me soltaba de la mano, después la beso y dio un suspiro.

David: Se que fue difícil, yo también antes estaba enamorado de una chica… esa chica solo jugo conmigo y se metió con el novio de la amiga de su hermana (Lo mire) Yo la amaba y creo que me rompió el corazón en mil pedazos, pero tu… tu llegaste y mira ahora, me he vuelto a enamorar (Me sonrió y yo a él) Lo que quiero decirte es que, bueno la vida sigue…
Alexandra: Lo es y lo eh intentado, pero tú no cambiaste a tu familia por aquella chica ¿O sí?
David: No… no lo hice.
Alexandra: Ahí está el problema… yo cambie a mis padres por el (Me llene de rencor) Me dijo que si escogía a Michael jamás lo volvería a ver, intente cientos de veces hablar con él, mas nunca lo logre (Suspire bajando mi ira) Creo que tuvo mucha razón, jamás debí poner a Michael por encima de ellos.

Era lo mismo siempre, cada vez que recordaba a mis padres y a Michael, me recriminaba pro haberlo puesto sobre mi familia, pero ya no podía retroceder el tiempo, pues cuando cometemos los errores pocas veces se puede enmendar.

David: Yo sé lo que te digo, necesitas ir a ver a tus padres.
Alexandra: No, no puedo verlos a la cara.
David: Por Dios, Alexandra no puedes pasar la vida alejada de ellos.
Alexandra: Lo sé, pero por ahora no tengo el valor.
David: Espero que no te arrepientas demasiado tarde.
Alexandra: Si… no eres la única persona que me lo ha dicho.

No me entendía lo que quería decirle, pero como yo no entendía porque había escogido a Michael, el no me entendía porque no podía ver a mis padres a los ojos.

Pero lo que me inquietaba era que no era la única persona que me decía que me arrepentiría demasiado tarde, eso me comenzaba a asustar, ¿De verdad algo grave le pasaba a mi padre o a mi madre? No lo sabría si no los veía y eso dudaba que pasara.

Capitulo 41……… ¿Suerte?


+5 de julio de 1990+

Me encontraba con Regina, ella preparaba la comida y yo le ayudaba con la mesa, terminamos y nos quedamos un momento más a esperar a Miguel, cuando llego comenzamos a desayunar.

Alexandra: ¿Saben? Eh estado pensando y ya llevo mucho tiempo aquí (Ellos me miraron) No quiero ser acomedida, creo que ya es tiempo que yo me vaya y busque un lugar donde quedarme…
Regina: ¿Qué ya no te sientes a gusto aquí?
Alexandra: No es eso, solo que yo ya no quiero causales más problemas…
Miguel: Tu a nosotros no nos causas problemas, es mas traes más alegría aquí (Me tomo de las manos y Regina también) No te vayas, no nos dejes.

Me dolía, pero ¿Cómo les iba  a decir que me habían contratado en un mejor empleo? Bueno creo que antes de que les explique a ellos les tengo que explicar a ustedes.

{Flashback}

Exactamente hace un mes, me encontraba en donde siempre bailaba, ya era famosa ahí y me habían hecho varios repostajes eso me alegraba, solo que ahora era un poco diferente, usaba mas maquillaje y me había cambiado el color del cabello, yo quería hacerme rayos plateados solo que la chica que me lo puso se equivoco y termine con todo mi cabello plateado, a decir verdad no se veía mal, así que decidí dejármelo así.

Cuando me hacían reportajes me cambiaba el nombre, hasta que me quede con Alexia Rey, era la abreviación de mi nombre, bueno casi, y por mi cambio de apariencia no me reconocían o bueno eso era lo que pensaba, aunque me miraba al espejo y en fotos y la chica tierna que era antes había desaparecido, al parecer el dolor se la había llevado, ahora era tan diferente, era un poco fría, claro seguían mis sentimientos de protección que siempre eh tenido y tendré.

Esa noche yo me encontraba en la estrella de Michael, saque el amplificador y mi guitarra, comencé a tocar varias canciones del repertorio de Michael, la gente se me acercaba y se emocionaba, pero hubo un momento que llego un señor, lo había visto antes, merodeaba por aquí desde hacía días.

Termine algunas canciones y guarde la guitarra, ya había terminado y quería irme a descansar, tome mis cosas y comencé a alejarme.

******: ¡Alexia! ¡Alexia Rey!

Cuando lo escuche me di la vuelta y me encontré con aquel señor, que viéndolo viendo no era tan señor, era alto y tenía el cabello rubio oscuro con reflejos negros era largo y lo tenia agarrado en una cola detrás de la cabeza, los ojos eran color miel y tenía muy linda sonrisa.

Alexandra: ¿Me hablaba? (Pregunte al ver que me había quedado embobada con él)
******: Si, es que me gustaría hablar con usted (Dijo serio, pero no perdiendo la sonrisa) ¿Podría invitarle un café aquí en la esquina?

Lo pensé varios minutos, no era confiable que me fuera con un desconocido, pero ¿Qué me podría hacer que yo no pudiera defenderme? Nada, así que accedí con una sonrisa en los labios, caminamos a la cafetería que había ahí cercas y nos sentamos en una mesa.

******: Primeramente me presento… mí nombre es David Garrett (Me extendió la mano)
Alexandra: Mucho gusto Alexia Rey (La tome) Y bien ¿Qué era lo que quería platicar conmigo?
David: Se que sonara un poco descabellado (Rio) Pero yo soy un violinista que está en busca de talento para mi concierto que daré en unos meses aquí…
Alexandra: Si… bueno (Reí) Si suena demasiado descabellado, por varias razones…
David: ¿Cuáles?
Alexandra: Si eres tan famoso ¿Cómo es que nadie te reconoce?
David: Porque simplemente no soy famoso aquí, allá en Europa si lo soy…
Alexandra: Bueno… ¿Por qué me buscas? ¿Qué tengo de talentoso?
David: Tu modo de tocar la guitarra… eres fantástica, te necesitamos, exactamente necesitábamos una guitarrista y apareciste tu.
Alexandra: Si aja, bueno mándame un contrato a mi casa por favor.

Me levante y salí del lugar, se me hacia absurdo y la verdad no creí ni una palabra de aquel sujeto, llegue a la casa de Regina y entre, los salude y enseguida me fui a dormir, pues estaba muy cansada.

A la mañana siguiente me encontraba arreglándome para bajar a desayunar, cuando termine baje y ahí estaban ellos dos esperándome a desayunar.

Alexandra: Buenos días (Dije llegando al comedor)
Regina: Buenos días, siéntate hay te sirvo el desayuno.
Miguel: Alex, te llego esto (Me entrego un sobre)

Aquel sobre era amarillo y tenía en letras negras el nombre de “Alexia Rey”, lo mire y después lo abrí.

Al momento de leer la primera línea me quede sorprendida, pues era un contrato, exactamente de David Garrett, lo guarde y me quede nerviosa.

Alexandra: ¿Quién lo trajo?
Miguel: No se, solo lo dejaron junto con la correspondencia.
Alexandra: Esta bien.

Después de desayunar me puse a investigar sobre aquel chico, al parecer si era muy famoso, aparte tocaba increíble, me había sorprendido y después me di un golpe en la cabeza por no haberle creído. Saque el contrato y de el cayo una pequeña nota, la tome y decía “David Garrett” y tenía un numero impreso en ella. Rápidamente lo llame, claramente no sabía que decirle, estaba nerviosa y a la vez emocionada.

David: Pensé que no llamarías.
Alexandra: Pues la correspondencia se entrega muy tarde donde vivo (Reí)
David: Me alegra que lo hayas hecho, ¿Nos vemos para almorzar y así platicar?
Alexandra: Me parece perfecto.

{Fin del flashback}

Desde ese momento había firmado con él, obvio que tenía que poner mi nombre verdadero, estaba emocionada y muy feliz, mas no sabía cómo decirles.

Alexandra: Oigan (Me miraron) Hoy tengo que hablar con ustedes, arréglense bien y cuando venga de mi trabajo los invitare a cenar ¿Les parece?
Regina: Esta bien ¿De qué quieres hablarnos?
Alexandra: Pronto les diré.

Terminamos de desayunar y yo me fui a seguir con lo mío de todos los días, llegue a mi estrella pero decidí no ponerme a bailar hoy, primero iría con Cristian, necesitaba renunciar.

Alexandra: ¿Cristian? (Me miro) ¿Podemos hablar?
Cristian: Claro (Me tomo del brazo y nos alejamos) ¿Qué pasa?
Alexandra: Es que (Di un suspiro) Quiero renunciar…
Cristian: Pero ¿Por qué?
Alexandra: Me propusieron un trabajo mejor y pues… acepte.
Cristian: Bien… si es por eso está bien (Me sonrió) Puedes venir mañana por tu liquidación y a dejar el traje.
Alexandra: Perfecto (Sonreí) Muchas gracias, hoy solo bailare por diversión.

Tome mis cosas y como le dije solo fui a bailar y despedirme de los que siempre iban a verme, cuando termine guarde mis cosas, pero antes de irme alguien llamo mi atención, si él estaba ahí viéndome.

Alexandra: Se te ha hecho costumbre venir ¿Verdad David? (Dije acercándome a él)
David: Claro, bailas muy bien… ¿Lista para la gira?
Alexandra: Creo que sí, nos vemos en una semana.

Le di un beso en la mejilla y me di media vuelta para irme, cuando llegue a la casa ahí estaban Regina y Miguel, ya listos para ir a cenar, solo me di un baño rápido y me arregle, salimos y fuimos a un restaurante, cuando llegamos pedimos una mesa y nos sentamos para pedir lo que íbamos a cenar.

Regina: ¿Qué era lo que nos querías decir?
Alexandra: Es algo… que creo que es bueno y malo.
Miguel: Vamos dinos lo que tengas que decirnos.
Alexandra: Pues… cuando estaba bailando y pues se me acerco un joven… que resulto ser un gran violinista y me ha propuesto que me vaya de gira con él, ya que me ha escuchado tocar la guitarra y pues… yo acepte.
Regina: Entonces… ¿te irás?
Alexandra: Así es… pero créanme volveré y les pagare una a una las cosas que me han dado, solo que esta oportunidad no la puedo desperdiciar (Los tome de la manos) Créanme volveré.
Miguel: Claro (Me sonrió) Lo sabemos… ¿Cuándo te vas?
Alexandra: En una semana…
Regina: Entonces haremos de esta semana la mejor.

Solo sonreí y seguimos con la cena, pues como ellos dijeron esta semana sería la mejor, pues haría algunos arreglos para no dejarlos desprotegidos al irme, por ahora a disfrutar de mi… ¿Suerte?... si creo que es suerte haberme encontrado a David, pues ahora cumpliría uno de mis sueños, solo hay que dejárselo al tiempo.