Lo
miraba y no podía creer lo que me decía, simplemente para mi era increíble,
cada una de las palabras que habían salido de su boca eran verdaderas, lo sabía,
lo sentía, me levante de sus piernas y camine alejándome de él.
Michael:
Alex…
Alexandra:
No sé qué decirte… todo esto es muy confuso yo… (Lo mire) Necesito pensar.
Michael
se levanto de la silla y se fue dejándome sola, yo me senté y mire el mar, ¿Por
qué si sabía que era verdad? ¿Por qué si lo amaba como loca no le decía la
verdad? ¿Qué me detenía? Ahora sabía que no me había engañado y que me amaba, él
mismo me lo había dicho esa vez.
Miraba
a lo lejos a Michael, se estaba metiendo al agua del mar, me miro y mire con
una ola lo cubrió totalmente, comenzó a preocuparme cuando tardo en salir a la
superficie, hasta que vi que realmente no iba a salir, comencé a correr y
rápidamente me metí al agua y comencé a buscarlo con mucha desesperación, hasta
que lo vi en el fondo inconsciente, como pude lo tome y logre sacarlo del agua
arrastrándolo hasta la arena, no respiraba y su boca estaba entre abierta.
Alexandra:
(Con lagrimas en los ojos) Michael, Michael ¿Qué hiciste? (Comencé a darle
respiración de boca a boca) Michael por favor no, no me dejes.
Seguía
tratando de despertarlo, le daba masaje cardiopulmonar y respiración de boca a
boca, mas este no servía, solo estaba ahí sin mover un musculo, sin abrir sus
hermosos ojos.
Comenzaba
a desesperarme y las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos. No yo no podía
perder a Michael de esa manera, él tenía que estar conmigo el resto de mis
días, él tenía que escuchar que lo perdonaba, que lo amaba y que jamás lo
dejaría otra vez, pero tenía que escucharlo ahora, aquí y no en otro lugar.
Mis
brazos perdían fuerzas y él seguía igual, inmóvil, con los ojos cerrados y los
labios entre abiertos, resignada lo mire y las lagrimas se incrementaron.
Alexandra:
Por favor, Michael despierta (Dije llorando y me acosté en su pecho) Michael te
amo.
Continuaba
llorando pues no reaccionaba, mis lágrimas salían y ya no se detenían, pero de
la nada Michael comenzó a toser y escupir el agua que había ingerido en el mar.
Alexandra:
¿Estás bien? (Dije tomando su rostro)
Michael:
Si, estoy bien (Dijo recuperando el aliento)
Alexandra:
¿Cómo se te ocurrió hacer una cosa como esta? (Dije enojada y levantándome de
la arena) Eres un imbécil ¿Sabes lo que me hiciste sentir? (Se levanto y
comencé a golpear su pecho) Estas mal de la cabeza…
Michael:
(Me tomo de la cara y me hizo verlo) Lo siento pero pensé que ya no había por qué
vivir si tu no me habías creído.
Alexandra:
¿Cómo pudiste pensar eso? No lo vuelvas a hacer nunca ¿Me oíste? ¡Nunca!
Estaba
llorando en su pecho y él me abrazaba.
Michael:
(Me tomo de la cara y me miro) Te amo, te amo más que a mi vida Alexandra.
Alexandra:
Yo también Michael y no puedo hacerme a la idea de perderte.
Me
colgué de su cuello y robe un beso de sus labios, él me tomada de la cintura y
me correspondía el beso con el mismo amor que yo a él, mis lagrimas se habían
detenido y lentamente nos fuimos recostando sobre la arena, la marea del mar subía
y bajaba lo que provocaba que nos mojara un poco.
Michael
me tomo en sus brazos y seguía besándome entro en la casa junto conmigo, me
recostó sobre el sillón quedando el arriba de mi cuerpo, me besaba con una
pasión, con un amor que aquel beso podía decir un hermoso poema, yo subía y
bajaba mis manos por su pecho y su cuello.
Se
separo un momento y me miro a los ojos, su mirada expresaba algo diferente,
algo que no sabría describir pues no existen palabras para decir el amor de su
mirada.
Michael:
Quiero por fin sentir que somos uno, por fin hacerte sentir que te amo y que
jamás te dejare ir.
Alexandra:
¿Qué esperas para hacerlo?
Se
volvió a acercar a mí y ahora mi cuello fue quien sufrió los ataques de los
labios de Michael, acompañado de pequeños mordiscos que prendían mas el éxtasis
en ese momento, sus manos paseaban por cada uno de los rincones de mi cuerpo
brindándome caricias con mucho amor, haciendo que de mis labios salieran
suspiros y algunos gemidos que lo incitaba a seguir amando, besando y
acariciando cada parte de mi cuerpo.
Sin
decir ninguna palabra y mientras la tarde llegaba acompañada del sonido de las
olas chocando con la arena Michael me hacia suya y yo lo hacia mío, simplemente
nos fundíamos en una sola persona con amor, con pasión y desenfreno, borrando
todo lo del pasado, borrando el tiempo que estuvimos lejos y el odio o rencor
que pudo haber existido, borrando a las personas que pudieron habernos hecho algún
mal, simplemente estábamos nosotros y el ahora.
¿Qué
importaba si el día siguiente fuera el fin del mundo? ¿Qué importaba si yo lo tenía ahí, ahora,
amándome, besándome y diciéndome que me amaba con simples acciones? Solo
importábamos nosotros y nuestro amor, nuestros sentimientos.
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Hola bellas y hermosas, ya sé que me tarde en
subir y lo siento, pero entre a la escuela y pues eh estado muy atareada, con
solo decirles que en 3 semanas ya llevo 2 exámenes (Matemáticas y física) y un
trabajo entregado (Biología) mas aparte tengo que leer un libro, La Odisea (No
sé si ya lo hayan leído) y entregar un trabajo de él, y pero aun, en donde
estudio te capacitan para algunas materias y escogí Dibujo técnico, pues quiero
ser ingeniero mecánico, y para que vean, la siguiente semana tengo que llevar 8
laminas ¡8 laminas!, por eso no eh podido publicar, pero bueno lo prometido es
deuda y aquí esta el capitulo, espero que lo disfruten y que comenten y también
le quiero dar la bienvenida a Elizabeth Berrios que se nos unió. Bienvenida y
como siempre digo si quieres decir algo positivo y negativo soy toda oídos, las
criticas son bienvenidas. Ahora si me despido y que Dios las llene de
bendiciones, un beso y comenten.