Trailer De No Dejes Que Mi Corazón Muera

viernes, 23 de marzo de 2012

Capitulo 37……… Lo Juro.


Oscuridad, oscuridad es lo único que miraba, no sentía nada, solo estaba inmersa en esa oscuridad que me empezó a agobiar.

“¿Qué me pasa? ¿Dónde estoy?”

Decía una y otra vez, mas solo escuchaba el eco de mi vos y nadie me respondía, tiempo despues empecé a sentir mucho dolor, sentía mis brazos, sentía mis piernas, ¡volvía a sentir!... poco a poco empecé a abrir lentamente, pero me fui dando cuenta que no estaba en aquel callejón, estaba en una recamara, trate de sentarme sobre la cama y con mucho esfuerzo lo logre, me mire y traía la ropa rasgada y en los brazos y piernas tenia rasguños y moretones.

Alexandra: ¿Qué me paso?

Dije con miedo, no me acordaba de nada, solo cuando me dejaban inconsciente y hasta ahí, me cubrí con las cobijas de la cama y trataba de acordarme mas no podía, junte mis rodillas y las abrace mientras hundía mi rostro, mis lagrimas comenzaron a caer mientras mi mente pensaba en que podía haber pasado, pero me salí de mis pensamientos cuando tocaron la puerta.

******: ¿Puedo pasar? (Dijeron atrás de esta)
Alexandra: ¿Eh? Claro.

Me invadió un miedo pero al ver quien pasaba me relaje un poco, era una señora de cómo unos 40 años, se veía muy amable y dulce, con ella traía una bandeja con comida.

******: ¿Cómo te encuentras niña? (Dijo dulcemente mientras ponía la bandeja sobre mis piernas)
Alexandra: Creo que bien (Ella me miraba tiernamente y se sentó a mi lado) Perdón pero ¿Dónde estoy? ¿Quién es usted?
******: Soy Regina Jones y estas en mi casa.
Alexandra: ¿En su casa?
Regina: Si, ayer mi esposo iba en su taxi y se percato que estabas en problemas e inconsciente, bajo y te ayudo…
Alexandra: Pero… a mi… me…
Regina: ¡No!, mi esposo alcanzo a llegar antes de que te sucediera algo más grave, solo estas un poco lastimada.

Se me quito un peso gigantesco de encima, solo la abrace muy fuerte y ella a mí.

Alexandra: Gracias… gracias (Dije con unas pequeñas lagrimas)
Regina: A mí no me tienes que agradecer, si no a mi esposo… él fue el que te salvo (Me tomo del rostro y me limpio las lagrimas) Ahora estas a salvo nadie te hará nada (Le sonreí) Ahora come que te hará bien.
Alexandra: Muchas gracias doña Regina.

Me sonrió y yo empecé a comer, mientras ella me hacia platica, la verdad le tenía mucha confianza y ella lo notaba.

Regina: Y ¿Cuál es tu nombre niña?
Alexandra: Alexandra Reyes…
Regina: Lindo nombre…
******: ¡Regina! (Se escucho la vos de un hombre) ¿Dónde estás? (Dijo buscándola)
Regina: ¡Aquí… en el cuarto de la niña!
******: ¿Ya despertó? (Dijo entrando)
Regina: Si… Mira el es mi esposo Miguel (Me dijo)
Alexandra: (Le di la mano) Alexandra Reyes… Muchas por salvarme.
Miguel: No me tienes que agradecer…
Alexandra: Claro que si… otro en su lugar me hubiera dejado (Le sonreí) Le debo mucho y no sé como pagárselo.
Miguel: No me lo tienes que pagar, solo espero que te cuides mucho (Me sonrió) Mira encontré hoy tu bolsa, volví al lugar y ahí me la encontré.
Alexandra: (La tome) Muchas gracias… por lo menos ya tengo ropa que ponerme…

Ellos salieron de la habitación, me metí a bañarme al baño de esa habitación, me puse la ropa que me había traído y me vi al espejo, traía unos pequeños rasguños en la mejilla y el pómulo tenia aun moretón, ni hablar de mis brazos.

Salí de la habitación y me encontré con ellos en el comedor, al parecer platicaban de algo y al verme a los dos se les dibujo una sonrisa en el rostro.

Miguel: Siéntate Alexandra (Dijo mostrándome una silla) Quiero que me digas ¿Qué estabas haciendo tan noche ayer en la calle y sola? (Dijo preocupado tomándome de las manos)
Alexandra: (Baje la mirada) Solo escapaba…
Regina: ¿Escapar?
Alexandra: Si… escapaba de mi ex futuro esposo y de mis ex mejores amigas.
Miguel: ¿Por qué? (Dijo sin entender)
Alexandra: (Lagrimas empezaron a caer) Por traiciones…

Recordar cada una de las escenas, el beso de Michael y Graciela, cuando me fui de Neverland y la mirada de arrepentimiento de Michael, cuando me fui de la casa de Sabrina y las vi por última vez dejándolas con la esperanza que iba a volver, eso me ocasionaba mucho dolor, mucho sufrimiento.

Decidí contarles a esas dos personas todo lo que había pasado, les había agarrado demasiada confianza y más porque Miguel me había salvado la vida y con eso se habían ganado mi aprecio y mi confianza incondicional.

Alexandra: Por eso escapaba de todo… simplemente quería desaparecer (Dije limpiando mis lagrimas)
Regina: ¿Sabes? Puedes quedarte todo lo que quieras aquí…
Alexandra: (La mire) No, ¿Cómo creen?
Miguel: Por favor… esta casa está muy sola…

Me miraban en forma de suplica y agarrándome las manos.

Alexandra: Pero voy a ser una carga…
Regina: Para nada… por favor no nos vamos a quedar a gusto.
Alexandra: (Suspire) Me quedare mientras consigo un trabajo y donde vivir ¿De acuerdo?
Miguel: De acuerdo…

Era una casa muy humilde en donde vivían, me puse como convicción que cuando yo estuviera económicamente centrada los ayudaría a salir de aquí y que vivieran mejor, eso lo juraba ante Dios.

sábado, 10 de marzo de 2012

Capitulo 36……… Poner Peor.


Temiendo sobre el contenido de aquella nota, me acerque, la tome entre mis manos y dude en abrirla.

“Sabrina, Mercedes y Michael”

Esa letra que yo conocía muy bien, era de Alexandra, mi mejor amiga, suspire y la desdoble dejando ver su contenido.

“Les sorprende esta nota, creo que no, más bien espero que no, o por lo menos no les sorprenderá tanto como a mí me sorprendió que mis dos mejores amigas me hayan traicionado, si ¿Cómo pudieron ayudarle a Michael? Se supone que son mis amigas, no las de él, no quiero verlo y por eso no volveré a tu casa Sabrina, ¿Prefieren la amistad de él? ¡Perfecto! No me opondré.

Bien sabían cómo me siento en este momento en solo nombrar el nombre de Michael, en que sano juicio cabe que tenga ganas de verlo, lo que me hizo no tiene perdón, por estúpida una vez perdone lo mismo, jamás pudo ser igual y créanme esta vez no lo será.

Me voy, pero ni yo misma se a donde, así que las ultimas personas que quiero ver son a ustedes tres, solo déjenme en paz.

Alexandra”.

Escuchaba el eco de las voces de Michael y Mercedes hablándome, me quede con la boca abierta y solo les di la nota y espere a que reaccionara mi ser.

Michael: Oh Dios mío, no puede ser.
Mercedes: Vamos a buscarla, no creo que este muy lejos.
Sabrina: Si vamos.

Tome mis llaves y salimos montándonos en la camioneta de Michael, tome mi celular e intente llamar a Alexandra y no pude ya que no tenia crédito.

Sabrina: Mercedes ¿tienes crédito?
Mercedes: No, y tampoco pila.
Michael: Tengan mi celular.

Tomamos el de Michael y estuvimos marque y marque al celular de Alexandra que solo sonaba y no contestaba.

{Con Alexandra, narrando ella}

El molesto sonido y la vibración de ese aparato estaban colmando mi paciencia, lo tome entre mis manos y era el número de Michael, no lo dude, conteste bastante molesta.

Alexandra: ¿Qué parte de “déjenme en paz” no entendieron?
Michael: Por favor, Alexandra déjame explicarte.
Alexandra: ¿Qué me quieres explicar? ¿Qué Graciela besa mejor que yo? (Dije enfurecida)
Sabrina: Por favor amiga escúchanos…
Alexandra: ¿Saben qué? No los voy a escuchar y ya me hartaron, no me vuelvan a llamar, ni buscar ¿Me entendieron?

Antes de que me contestaran colgué el teléfono y al levantar la mirada me encontré con una fuente en medio de una glorieta, me llene de rabia al ver que me volvieron a marcar y con todas mis fuerzas avente aquel aparato a aquella fuente, al momento de llegar y estamparse en esa construcción de cantera, el celular se convertido en millones de piezas que salieron volando para todas las direcciones.

Fue en ese mismo instante cuando todos los sentimientos que tenía en mi corazón se hicieron presentes, si en formas de lágrimas frías y saladas que recorrían de mis ojos hasta mi barbilla y caían hasta el suelo.

Ahora el odio que había sentido horas atrás se estaba reflejando, seguí caminando mientras en silencio lloraba amargamente, llegue a una cafetería y entre, me senté en una de las mesas y puse mis codos sobre la mesa dejando mi cara recargada en mis manos.

******: ¿Le puedo servir algo? (Dijo una chica que era camarera de ahí)

Levante la vista y ella tenía una sonrisa, yo solo me limite a quitar mis lagrimas y también embozar una sonrisa.

Alexandra: Si… este… un café nomas.
Camarera: Perfecto, en un momento se lo traigo.

Se retiro hacia la cocina y yo volví a hundir mi rostro en mi brazos, sin que pusiera detenerme mis lagrimas salían y salían incontrolablemente, mis sollozos eran inaudibles, pero eran amargos, llenos de dolor, de ira, de sufrimiento, de decepción, era lo que más abundaba, la decepción de la persona que yo había llegado a amar, por la que cambie a mis padres.

Mis padres, más bien mi padre, ¿Qué va a decir cuando se entre? De seguro me va a decir hasta de lo que me voy a morir, levante mi rostro y lo apreté fuertemente con mis manos sobre él.

Alexandra: Que idiota eh sido… ¿Cómo pude cambiar mi familia por Michael? (Decía a mi misma) El solo jugaba conmigo, ¿Por qué no le hice caso a mi papá?

Me recriminaba una y otra vez ese punto, era cierto, ¿Por qué, si mi padre siempre había querido lo mejor para mi, no le creí? Ahora me estaría evitando muchos problemas.

La chica llego con mi café y al ver mis estado se preocupo, pero le dije que estaba bien y no muy convencida se fue dejándome nuevamente sola, mientras tomaba mi taza de café que poco a poco se iba enfriando, me acabe la taza de café y vi por la ventana, pronto oscurecería y tendría que ir a buscar una habitación donde pasar la noche, deje el dinero sobre la mesa y salí de aquel lugar y empecé a caminar pasando por varias calles.

El sol estaba por ocultarse y prendieron las luces que alumbraban la calle, empezó el a soplar el viento frio y con eso llego totalmente la oscuridad de la noche.

Seguí caminando y hubo un momento en el que un miedo recorrió mi cuerpo, era una calle totalmente solitaria, se veían unos chicos, no con muy buen aspecto, así que decidí rodearlos, pero al virar un poco mi vista vi que empezaron a seguirme, era como 5 chicos.

Chico 1: Pero que rica cosa… ¿A dónde tan deprisa linda?

Escuche tras mis espaldas, me asuste y acelere el paso, al dar vuelta en la cuadra siguiente salí corriendo, pero pude escuchar como ellos también empezaron a correr.

No quise voltear a ver en donde estaban, simplemente mi acción era correr, pero ya sentía que me pisaban los talones y así era, uno de esos chicos tomo la correa de mi bolsa y me hizo detenerme, me tomo en sus brazos.

Chico 2: Pero que preciosa chica (Dijo acercándose a mí y oliendo mi cabello) Y hueles delicioso.
Alexandra: (Forcejeando con él para que me soltara) Por favor suélteme.

En unos segundos ya todos los demás chicos se encontraban a mí alrededor, me tomaron de la cintura y me metieron a un callejón demasiado oscuro que no me dejaba ver nada.

Alexandra: Por favor suéltenme, yo no les he hecho nada (Dije llorando)
Chico 1: Tu no, pero espera a lo que nosotros te aremos muñeca.

Trate de soltarme de aquellos tipos pero no podía, después me estamparon contra los botes de basura, lo que ocasiono que el sonido del metal impactando mi espalda se escuchara al mismo tiempo que un grito escapaba de mis labios.

Se volvieron a acercar a mí y tiraron de mi chamarra, rasgándola y quitándola de mi cuerpo dejándome en la blusa que traía puesta. Intente golpearlos y así zafarme de su atrape pero todo era imposible, eran 5 personas contra una, que no tenía la misma fuerza que ellos.

Golpee en la entrepierna a uno de ellos y soltó un grito de dolor, pero otro de ellos al ver mi acción me levanto del rostro con una mano y con la otra me golpeo dejándome atontada y haciéndome caer al suelo dejándome a la merced de aquellos cinco chicos que no tenían buenas intenciones, dejándome en claro que este día no se podía poner peor.
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La Enfermera De Mi Corazón Capitulo 67………Ayúdame Dios.
Dreaming Of You (Final de la novela) Capitulo27……… Adiós, Para Siempre.