Trailer De No Dejes Que Mi Corazón Muera

jueves, 28 de julio de 2011

Capitulo 18……… No Permitiré.


Después de instalarnos ahí, bajamos me iba a presentar a las personas que trabajaban ahí.

Michael: Mira Alex, ellas es Samanta y ella Berenice.
Alexandra: Mucho gusto.
Las dos: Mucho gusto.
Michael: Ella se quedara un tiempo con nosotros, así que si necesita algo por favor estén al tanto de ello, ¿Si?
Samanta: Claro Mike.
Berenice: Por supuesto.

Después se puso a encelarme la casa, era enorme, había varias pinturas de él, también algunas esculturas de niños, todo era una hermosura, se podía respirar la paz y seguridad en cada momento.

Michael: ¿Y te ha gustado?
Alexandra: Si, es fantástico, mil gracias por ayudarme con esto.
Michael: Siempre, en todo lo que necesites, te ayudare, bueno te llevare donde ensayaremos.
Alexandra: Wau, eso me da más ansias, ya quiero empezar.
Michael: Hoy no, apenas tienes un día de caminar, tienes que retomar fuerzas, ya verás esta semana serán puros calentamientos, la siguiente empezaremos con los pasos de baile, veras que en menos de lo previsto volverás a bailar como antes.
Alexandra: Ya verás que sí.

Salimos de la casa, y nos montamos en un carrito de golf, me decía que no quería que me cansara tanto, que tenía que descansar y quien sabe que mas.

Llegamos  un enorme salón, que al parecer era un cine, era grandísimo, también en la parte de arriba se encontraban algunas camas, decía que era para los niños que venían y estaban enfermos.

Michael: Aquí es.
Alexandra: Wau es grandioso este lugar.
Michael: Si verdad.
Alexandra: ¿Cuándo iniciamos?
Michael: Mañana porque ya es tarde, ahora vamos, tienes que descansar.
Alexandra: (Haciendo pucheros) Pero Michael.
Michael: (Cargándome) ¿Sabes? Te vez muy linda haciendo pucheros.

Me dio un beso y me cargo hasta llegar al carrito de golf.

Alexandra: No tenías que hacer eso.
Michael: Capas que te quedabas ahí.
Alexandra: Estoy loca, pero no tanto.
Michael: Mejor no me arriesgo.

Los dos soltamos una carcajada y seguimos nuestro camino, de verdad había pasado mucho tiempo, estaba oscuro y la luna se dejaba ver junto con las estrellas, mostrándonos un hermoso cielo azul marino.

Llegamos a la casa y ya estaba oscuro, apoco habían pasado tantas horas, caminamos por las escalera y me acompaño a mi habitación.

Michael: (Dándome un leve beso en los labios) Duerme bien amor, mañana empezaremos con solo calentamientos.
Alexandra: Esta bien, adiós amor.

Me volvió a dar otro beso y se fue, yo entre a mi habitación y la recorrí con la mirada toda la habitación, en verdad era hermosa y amplia, sería la primera vez en más de un año que no dormiría en la incómoda y horrible cama del hospital.

Me acerque a la cama y la recorrí con mi mano, era lisa, era suave, era muy cómoda, rápidamente me quite la ropa y me puse mi pijama, me volví a acercar a la cama y quite las sabanas que cubrían esa hermosa cama, me acote y comprobé que era como acostarse en una nube, no tardo el sueño en vencerme, cerré mis ojos para que descansaran y mis músculos se relajaron y mi mente se disipo para sí dejarme descansar.

+Al día siguiente+

Unos suaves labios sobre los míos moviéndose graciosamente me despertaron, abrí los ojos lentamente para encontrarme con su mirada clavada directamente en la mía, me sonrió y dijo.

Michael: Buenos días Alex, ¿Cómo amaneciste?
Alexandra: Buenos días, muy bien ¿Y tú?
Michael: También, vamos levántate es hora de desayunar.
Alexandra: Claro, vamos (Viéndolo bien) ¿Sigues en pijama?
Michael: Si, es que también me acabo de levantar.
Alexandra: Me gusta tu pijama, también adoro a Mickey Mouse.
Michael: (Se volteo a ver la pijama) No sabía que traía esta, pensaba que era mi otra roja, pero bueno vamos ya es hora.
Alexandra: Jajaja, está bien vamos despistado.

Me quería levantar de la cama, pero Michael me ayudo, estaba muy sobreprotector con eso del descanso, pero bueno, bajamos las escaleras y nos encaminamos hacia el comedor, ahí había dos platos con fruta y otras cosas.

Michael: Espero que no te moleste pero soy vegetariano.
Alexandra: No te preocupes, yo también, no me gustan que maten a los animales solo por comida.
Michael: Wau ya somos dos, ven a desayunar.

Nos sentamos y mientras comíamos nuestra fruta con yogurt y cereales, platicábamos de diversos temas, le decía lo que significaba el baile para mi, también me pregunto sobre mi relación con Arón, obvio que yo le conté todo, también el porqué de mis peleas constantes con Graciela.

Alexandra: Ella me odia desde que era pequeña, no sé qué es lo que tengo que ella quiere, Arón ella hiso que se acostara con ella, un novio que tenía antes también el me engaño con ella, creo que siempre quiso verme infeliz (Dije bajando la cabeza)
Michael: (Agarrándome la mano) Yo no permitiré que ella te vuelva a sacar una lagrima, mientras esté vivo no lograra lo que vuelvas a estar triste y menos que vuelva a hacerte sufrir.

Me lo dijo directo a los ojos, sentenciando con cada una de las palabras que siempre sería feliz con él y cerro aquello con un beso que me hiso tocar la nube más alta en ese momento.

sábado, 23 de julio de 2011

Capitulo 17……… Estaba En El Paraíso.


Ahí estaba en mi habitación, miraba con nostalgia la ventana, después me di vuelta viendo la habitación y me di cuenta que…… seguía odiando los hospitales, sonreí al  ver que saldría de aquí, por fin respiraría algo que no fueran los esterilizantés de equipos que utilizan, podría caminar por los prados enormes o por pisos fríos que no fueran lavados con alcohol o algo parecido.

******: ¿Cómo estas Alexandra? (Me senté de inmediato en la silla)
Alexandra: Michael me asustaste (Parándome)
Michael: Pues no te levantes de la silla hasta que salgamos.
Alexandra: Es que no puedo esperar, ya quiero saltar, correr y bailar.
Michael: Todo a su tiempo, primero tienes que irte adaptando otra vez a caminar.
Alexandra: Tratare de calmarme, pero es que, no sabes lo que es volver a sentir.
Michael: No lo sé, pero ahora siéntate, todos te esperan haya afuera.
Alexandra: Esta bien, ya, ya, ya.

Me senté en la silla y me puse una cobija cubriendo mis piernas, impulso mi silla de ruedas hasta la puerta, la abrí y ahí estaban todos afuera esperándome con una gran sonrisa, pero ahí había alguien que no tenía ganas de ver si no hasta un tiempo después.

Alexandra: ¿Qué haces aquí?
Graciela: Vine a ver lo que es inminente.
Alexandra: No se para que vienes.
Graciela: Para ver como estabas.
Alexandra: ¿Pueden dejarnos solas? (Le dije a los demás)
Todos (Menos Michael): Si está bien.
Alexandra: Michael tu también, se me defender sola.
Michael: No, me quedare y evitare que hagas una tontería.
Graciela: No importa, que se quede, de todos modos lo que te voy a decir lo podía hacer que todos viendo.
Alexandra: Habla ya.
Graciela: Solo vengo a darte mis fuerzas de amiga, sé que no es fácil saber que nunca te pararas de esa silla (Dijo sonriendo maliciosamente)

Trate de levantarme de la silla pero Michael me agarro de los hombros haciendo que no me levantara, soltó un risa macabra y se fue dejándonos a mí y a Michael enojados.

Alexandra: Tengo que darle su merecido, suéltame.
Michael: (Poniéndose enfrente de mi impidiendo que me levantara) Alexandra tranquila, acuérdate cómo quieres que te vea, no debes mostrar tu debilidad ahora.
Alexandra: Es que me enferma, no se para que viene, solo quiere verme sufrir, eso es lo único que le importa en la vida.
Michael: Si bueno, no le vamos a dar la oportunidad, ¿Verdad? (Desvié la mirada) Alexandra.
Alexandra: Si Mike, está bien.
Michael: Esa en mi chica.

Me dio un beso y luego volvió a empujar la silla hasta donde se encontraban todos, me recibieron con una sonrisa y besos y abrazos.

Sabrina: Te extrañaremos, iremos a visitarte seguido.
Alexandra: No tienen por qué preocuparse estaré bien, enserio.
Mercedes: Esta bien, cuídate.
Alexandra: También ustedes.

Me dieron un beso y un abrazo, nos subimos a la limusina de Michael, el, mi mamá, mi papá y yo, bueno ellos me subieron. Cerraron las puertas y emprendimos camino a la casa de Michael.

Marco: Bueno, a nosotros déjanos en nuestra casa, tenemos que trabajar, pero cuida muy bien a mi niña, vamos a visitarlos en los fines de semana, también llevaremos a las chicas.
Alexandra: Esta bien, no se preocupen estaremos bien.

Llegamos a la casa de mis padres, bajamos todos ya que tenía que ir por ropa, obvio que para que nadie viera que caminaba me bajaron en la silla, adentro me pare de ella y salí directo para mi habitación, Michael me acompañaba, me ayudo a bajar una maleta que estaba hasta arriba de mi closet y se sentó en una silla que tenia ahí.

Alexandra: Wau, esto es genial.
Michael: ¿Qué?
Alexandra: Volver a sentir, pensé que no volverá a pasar.
Michael: Si y veras que pronto volverás a bailar, y yo te veré como siempre quise, haciendo lo que te gusta. (Agarrándome de la cintura)
Alexandra: (Subiendo mis manos a su cuello) Si, oye estas muy alto, apenas y te alcanzo (Dije dándole un beso)
Michael: No es que yo este alto si no que tu estas chaparra.
Alexandra: Yo no soy chaparra, soy más alta que Mercedes y soy de la altura de Sabrina, tú eres un gigantón.

Soltó una risa sonora y después nos separamos para que yo siguiera arreglando mis cosas, me lleve varia ropa, se supone que estaría bastante tiempo, si mucho un mes, tenía que estar al 100% de mis habilidades y bueno si era un buen tiempo.

Alexandra: Bueno papá, mamá ya termine, gracias por entender esto.
Hilda: Si, no tienes nada que agradecer, somos tus padres siempre te apoyaremos.
Marco: Si, Alexandra, siempre tenlo muy claro.
Alexandra: Los amo.

Les di un abrazo y un beso a cada quien, después nos despedimos, Salí en la silla y me ayudaron a subir, pero cuando iba a subir Michael mi padre lo detuvo, le dijo algo y después Michael se subió.

Alexandra: (Ya cuando nos habíamos alejado) ¿Qué te dijo mi papá que te dejo tan pensante?
Michael: (Saliendo de sus pensamientos) No, no nada (Dijo regalándome una hermosa pero falsa sonrisa)

Le devolví la sonrisa y el aparto sus ojos de mi, sabía que podía leer sus pensamientos, se puso a jugar con las cortinas que tenia la limusina, no le tome importancia, tampoco lo iba a obligar a decirme, aunque conociendo a mi padre le dijo algo que no le hiso mucha gracias que digamos.

Después de no sé cuánto tiempo transcurrido, solo sé que fue bastante, llegamos a la hermosa y esplendida casa de Michael, un lugar que llamaba “Neverland”.

Alexandra: ¿Puedo ver por el quemacocos?
Michael: Claro.

Abrió el quemacocos y yo me pare para ver la entrada de “Neverland”, fue como un sueño, ver esas puertas grandes y decoradas con varias molduras dorada y en la parte superior decía “Neverland” todo un cuento de hadas hecho realidad, se abrieron lentamente para dejarnos pasar, se podría respirar un muy diferente aire, era más que puro, no sé si lo podría describir, es muy difícil describir esta sensación, sentí como Michael también subía y me daba un beso en la mejilla.

Michael: ¿Qué? ¿Te gusto?
Alexandra: Es increíble, no pensé que existiera un lugar en el mundo que fuera tan… maravilloso, hermoso y mágico.
Michael: Si, este lugar tiene algo que lo hace es así.

Me dio un beso leve en los labios y después nos bajamos de la limusina, hasta el suelo se sentía diferente, se podría decir que era tierra santa, nos adentramos a la casa y era igual de bella que e exterior, sin duda alguna estaba en el paraíso.

jueves, 21 de julio de 2011

Capitulo 16……… Necesito tiempo.


Hilda: Dios es grande hija, no sabes lo felices que se pondrán tus amigas de verte así.
Alexandra: Si lo he pensado, no quiero que se lo digan a nadie más.
Marco: ¿Por qué hija?
Alexandra: Si bueno puedo caminar, pero todavía no soy lo que era antes, necesito que me ayuden, ósea necesito ponerme en forma, volver a bailar y ser todo lo que era antes del accidente.
Michael: Te entiendo, pero no crees que a tus amigas les aria bien saberlo.
Alexandra: Si, pero también le quiero dar una muy buena sorpresita a alguien que me quiso hacer la vida de cuadritos, necesito la ayuda de ustedes, solo eso y también necesito tiempo.

Se miraron entre si, al parecer no querían ayudarme, pero lo más raro, los tres sabían lo importante que era para mí volver a bailar y todo eso.

Michael: Yo te ayudare a ponerte en forma.
Hilda: No estoy segura, pero te apoyare.
Marco: Yo también hija, creo que verdaderamente ese es tu sueño y tienes que cumplirlo.
Alexandra: Perfecto, solo es cuestión de que tu y yo (Le dije a Michael) nos pongamos de acuerdo donde ensayaremos.
Hilda: Si puedes Mike, creo que sería bueno que Alex estuviera más cerca de ti, se que tienes un rancho.
Michael: Oh claro, por mi encantado, hay muchas habitaciones e incluso ahí en el teatro podemos ensañar.
Alexandra: Seria perfecto, no creo tardar mucho en volver a estar como antes.
Marco: Bueno, pues creo que será lo mejor, hablare con tu tío para que te dé de alta y que no les diga a tus amigas.

Mi madre y mi padre salieron de la habitación y yo me quede con Mike sola, me senté en la cama.

Alexandra: ¿Enserio me ayudaras?
Michael: Claro que si, y sabes tu madre me leyó la mente, es lo que iba a proponer, que vivieras conmigo el tiempo requerido.
Alexandra: No sabes lo feliz que me pone, por fin puedo caminar, esto no lo creí posible.
Michael: Pero claro, era cuestión de tiempo para que te pusieras de pie.

Me abrace a él y hundí mi cabeza en su cuello aspirando todo su delicioso aroma, estaba feliz, contenta rebosante de alegría, me separe un poco de él y me agarro de la cara, acaricio mi mejilla y roso sus labios con los míos, después me beso, con ese beso se disculpaba de el susto que me había hecho pasar al “caerse por la ventana”, se separo un poco de mí y me miro a los ojos, cuando de la nada y sin tocar entrar corriendo Sabrina y Mercedes.

Sabrina: Amiga ¿Cómo estas?
Alexandra: (Haciéndome la desanimada) Pues bien, lo normal.
Mercedes: Si lo sabemos, pero ya verás que habrá alguien que te pueda ayudar.
Alexandra: No quisiera hablar de eso ahora, mejor hablamos de otra cosa.
Sabrina: De lo que quieras amiga, tú sabes que siempre estaremos ahí para ayudarte.

Puso su mano en mi pierna, las cuales estaban tapadas con las sabanas de la cama y parecía que quería machacar mis piernas, daba golpes y apretaba.

Sabrina: Siempre y dime de ¿Qué quieres hablar? (Dijo ya soltando mis piernas)
Alexandra: (Aguantándome el dolor) No sé lo que quieras.
Mercedes: Bueno, ayer a Graciela mientras caminaba por el campus de la universidad, se le ocurrió pisar algo y cayó al suelo en medio de la explanada, todo el mundo la vio.
Alexandra: Jajaja ¿Enserio? (Asintió) Jajaja perdón, sé que es tu hermana pero se lo tiene merecido, Jajaja.
Mercedes: Si lo sé, Sabrina lo grabo mira el video.

Sabrina puso su celular enfrente de mí y me enseño el video, estaba a risa y risa, después se lo mostro a Michael.

Michael: Jajajajajaja.
Alexandra: No te rías de la desgracia ajena Jajajajajaja.
Mercedes: Mira quien pone el ejemplo, Jajajajajaja.
Sabrina: Jajajajajaja si ya se.

Seguimos riendo y hablando de muchas cosas, ellas se veían tristes por lo que “no pude caminar” pero si les decía, pronto llegaría la información a Graciela y primero tenía que ponerme en forma, cuando Graciela me viera de pie lo primero que iba a hacer seria retarme como siempre, y como siempre le ganaría.

Al pasar un poco más el tiempo llegaron mi tío y mis padres.

Antonio: Bueno Alex, ya mañana te podrás ir, acuérdate que tienes que estar en un ligar con muchos árboles y todo eso.
Alexandra: Si está bien, no te preocupes.
Antonio: Bueno quien se quedara hoy.
Michael: Yo, yo me quedo hoy con ella.
Sabrina: Bueno nosotras nos vamos, descansa amiga.
Mercedes: Si descansa, veras que todo estará mejor.
Alexandra: Si no se preocupen, vayan aguato.

Se despidieron de un beso en la mejilla y se fuero, Michael puso el seguro y ya cuando vi que no había peligro de un salto me puse en pie.

Alexandra: Dios como extrañaba sentir esto, sentir lo frio, sentir todo.
Michael: Si me imagino pero no debes sobre pasarte ya mire mi reina a descansar.

Me cargo en brazos y me deposito en la cama.

Michael: Vamos descansa.
Alexandra: Es que no tengo sueño, quiero caminar.
Michael: Después ahora no, duerme ¿Si?
Alexandra: Si está bien, beso de buenas noches.

Me dio un beso y luego se sentó a un lado en una silla y se puso a cantarme una muy bonita canción con la que me quede dormida al instante.

lunes, 18 de julio de 2011

Capitulo 15……… Con Esfuerzo Todo Se Puede.


Mi corazón incremento sus pulsaciones, sentía que se me quería salir del cuerpo por la boca, me quite las sabanas y enseguida salí corriendo para la ventana, y lo vi ahí riéndose en mi cara.

Alexandra: ¡Idiota! me asustaste (Dije enojada)
Michael: ¿Y? eso era lo que queríamos (Dijo riendo)
Alexandra: Pero… ¿Qué tienes en la cabeza Jackson?
Michael: No captas verdad (Decía tratando de aguantar la risa)
Alexandra: ¿Captar? ¿Captar que?
Sandra: (Atrayendo mi atención) Mira para el suelo (Dijo sonriente)

Todavía estaba enojada, pero aun así mire para el suelo y volví mi vista a ellos.

Alexandra: ¿Qué tiene el suelo?
Michael: Mira bien tus pies.
Alexandra: (Viendo otra vez) Oh por dios, estoy……… estoy de pie, estoy caminando.

Me cubrí la cara con las manos y pequeñas gotas de lagrimas caían por mis mejillas, estaba feliz más feliz que nunca, Michael entro otra vez por la ventana, y bueno no se si se acordaran que antes estaba en el séptimo piso, bueno ahora me encontraba en el primer piso, pero no lo sabía hasta que vi a Michael en los arbustos.

Alexandra: ¿Esto… esto es posible? Siento, siento lo frio del piso (Decía sollozando de alegría)
Michael: (Abrazándome) Tranquila, tranquila y perdón pero era necesario.
Alexandra: Me asustaste (Dije dándole un pequeño golpe en el brazo)
Sandra: Si sabemos que te asustamos, pero era necesario, mira siéntate, no quiere que te excedas.

Me senté y me abrace de Michael, a pesar de que me enoje por el susto, me asuste y por un momento pensé que lo perdía.

Alexandra: ¿Por qué lo hicieron?
Sandra: Simple, para que la operación de verdad funcionara te teníamos que estimular las terminales nerviosas y bueno después de la operación tu familia y yo discutimos como le podíamos hacer y la idea fue de Sabrina, y la verdad fue muy buena, te levantaste más rápido de lo que creí.
Alexandra: Wau, pero aun así me asuste mucho.
Sandra: Si lo sentimos, pero ahora vamos a revisar bien, acuéstate y estira las piernas.

Le hice caso y lentamente estire las piernas, me dolían, nunca había estado más feliz del dolor, las sentía pesadas, cansadas y no sé que mas, solo sabía que sentía, empezó a pasar una pluma de paloma por mis pies lo que me daba cosquillas, después un alfiler y así se la paso un rato haciéndolo.

Sandra: Mira te volveré a dormir, necesito estar 100% segura de que tus terminaciones nerviosas están bien.

Me inyecto anestesia y otra vez el sueño se apodero de mí, e hizo que cerrara mis ojos por un buen rato.

Michael: ¿Cuánto tiempo estará dormida?
Sandra: Unos 20 a 30 minutos.

Después de casi 30 minutos volví a reaccionar, poco a poco mis ojos se iban abriendo y me sentaba en la cama, no vi a nadie en la habitación, supuse que pensaban que todavía no despertaba, vi mis piernas y sentía lo duras y rasposas que eran las sabanas de este hospital, las quite y acerque mis manos, podía sentir lo caliente que tenía las manos, después pude subir un poco las piernas, poniéndolas cruzadas.

Me levante de la cama y camine lentamente hacia la ventana, me recargue en ella, volvía a sentir lo frio y áspero del suelo, una sonrisa de dibujaba lentamente en mis labios, quería gritar, quería llorar, quería reír, miles de emociones se apoderaban de mi ser en ese momento, ¿Era real? Si lo era, mi mente no me estaba jugando una mala pasada, podía sentir, las podía mover, volvía a vivir.

La puerta se abrió y apareció la doctora, me miro y después sonrió, ella al igual que yo estaba feliz, después extendió los brazos, la mire con duda pero después recordé;

{Flashback}

Alexandra: Michas gracias doctora, me ha hecho tener una nueva esperanza.
Sandra: No me agradezcas aun, quiero que me agradezcas cuando camines y vengas corriendo a darme un abrazo, ¿prometido?
Alexandra: Prometido ya verá que sí.

{Fin del Flashback}

Salí corriendo, Wau podía correr, y casi la tiro por el abrazo que le plante.

Alexandra: (Llorando) Gracias, gracias, no sabes lo feliz que me has hecho no sé como pagártelo.
Sandra: Cuidándote y sonriendo siempre, bueno ya que puedes caminar mi trabajo a terminado (Dijo separándose de mi) Tengo un vuelo, mis hijos me esperan y mi esposo también.
Alexandra: ¿No vive aquí?
Sandra: No, volví a México hace años, pero solo regrese porque Antonio me lo pidió, cuídate mucho, are pasar a Michael y a tus padres, todavía no les digo nada a tus padres, díselos tu.
Alexandra: Esta bien, muchas gracias de verdad.

Se despidió de mí y se fue, yo me senté en la cama, después de un rato ingresaron mis padres y Michael.

Hilda: Amor ¿Qué te dijeron?
Alexandra: Que… (Baje la cabeza) Primero quiero que cierren los ojos los dos.

Se miraron entre si y luego cerraron los ojos, me levante y lentamente me acerque a ellos, suspire.

Alexandra: Pueden abrirlos.

Primero los abrió mi madre, que al impacto de lo que veía le empezaron a brotar pequeñas lagrimas, mi padre tardo tiempo, al momento de verme ahí parada frente a él abrió la boca de la impresión, tiempo después de que estuvieron conmocionados se acercaron y me abrazaron, me decían cosas como “Sabíamos que pasaría” o “Estamos muy orgullosos de tu esfuerzo” me llenaban de besos y de abrazos, sin duda alguna ellos estaban igual de felices que yo de que volviera a caminar, y así yo pude comprobar que con esfuerzo todo se puede.