Capitulo 5……… ¿Tu Eres Peter Pan?

Al día siguiente me levante, Sabrina y Mercedes empezamos a platicar en este año si habían cambiado varias cosas, por ejemplo Mercedes ya tenía novio y Sabrina se había teñido el pelo a güera, no se veía tan mal, y Graciela (Se me retuerce el estomago) ya había gana las olimpiadas de baile en la universidad.

Alexandra: Bueno… espero que no me hayan extrañado tanto…

Sabrina: Sueñas te extrañamos mucho, no sabes lo angustiadas que estábamos siempre.

Mercedes: Te extrañábamos un chorro no sabes…

******: Pues créeme que yo no te extrañe.

Alexandra: Mira a quien tenemos aquí… ¿Qué haces aquí Graciela?

Graciela: Pues oí que habías despertado quise saber en qué condiciones despertaste y al ver eso (Dijo apuntando la silla de ruadas) despertaste perfectamente. (Dijo burlándose)

Mercedes: Sera mejor que te vayas. (Dijo corriéndola)

Graciela: O si no que, ella (Señalándome) me va a corretear. (Dijo soltando una carcajada malosa)

Alexandra: Créeme que si no estuviera en una silla de te aria pagar todo lo que me estás diciendo. (Decía casi llorando de coraje)

Graciela: Pero lo estas y no podrás volver a caminar NUNCA. (Dijo dándome una sonrisa muy macabra) Y ahora me voy… no quiero ver a la invalida.

Salió de ahí y de mis ojos empezaron a brotar lagrimas, unas eran de coraje y otras eran de dolor, porque en cierta parte tenía razón, nunca volvería a caminar.

Mercedes: No le hagas caso, no es cierto lo que dijo…

Alexandra: ¿Me podrían dejar sola? (Decía con un hilo de vos)

Sabrina: Esta bien, vamos Mercedes.

Salieron y al momento que se cerró la puerta las lágrimas cayeron más rápido. Sentía más dolor, ¿Por qué había venido? ¿Qué era lo que quería con ponerme mal?, no lo sé, simplemente disfruta haciéndome sufrir.

Como pude me subí a la silla, la moví hasta llegar a la ventana y ahí recargue mi cabeza mientras que mis lagrimas caían, ¿Por qué yo tenía que sufrir de esa manera? Ya bastante tenía con saber que no volvería a caminar como para que esa me lo recodara. Baje la cabeza, y mire mis pies.

Alexandra: (Tocándolos) ¿Por qué ya no siento nada? ¿Por qué no puedo volver a bailar? ¿De qué sirve haber vivido si estaré muerta en vida?

******: No tienes porque decir eso…

Dijo una voz de un joven, creo yo, ya que por el timbre de su voz se notaba, aun aunque no lo reconocí, voltee a verlo y vi al joven de pelo rizado y ojos marrones, muy hermosos ojos marrones, pero eso no me impidió responderle le mala manera.

Alexandra: Tú no estás pasando por lo que yo ¿o sí?

******: No, pero tampoco es para que te desmorones.

Alexandra: (Gire la cilla para verlo) Tú no sabes nada… yo creo que arias lo mismo que yo si te pasara esto.

******: No lo sé, nunca me ha pasado, pero sabes creo que te serviría hablar con alguien ¿no crees?

Alexandra: ¿Para que me den su compasión? No lo creo.

******: Pues yo creo que si… ¿sabes? nadie te tiene compasión, solo te queremos ayudar.

Alexandra: ¿Y a ti que te preocupa si estoy bien o no? No te conozco y tú me conoces…

******: Pues lo que me han contado de ti, que eres una chica fuerte y muy luchadora ¿Qué no es verdad?

Alexandra: No lo sé… ya no sé qué me pasa.

Puse mis manos en la cara y volví a llorar, pero esta vez sentía que esa persona que le había contestado mal, me abrazo, pero créanlo o no sentí su abrazo tan puro y tan lleno de ayuda y consuelo, solo le devolví el abrazo y llore en su hombro, me sentía protegida aun aunque no sabía quién era esa persona, de ojos hermosos.

******: Ven.

Me cargo y me llevo al sillón que estaba en la habitación, donde nos sentamos mientras me abrazaba y me decía que me tranquilizara que todo iría bien, que pronto pasaría, y dio resultado pasando varios minutos que por lo que veo fueron mucho mi llanto se detuvo y pude dejar de llorar y poder hablar tranquilamente.

******: ¿Qué paso? ¿Por qué llorabas así? (Decía limpiándome la cara con un pañuelo)

Alexandra: Algo sin importancia, una tontería.

******: No creo que haya sido una tontería, ya que te hiso llorar… anda dime ¿Qué paso?

Alexandra: Bueno (Suspire) La hermana de una amiga… pues siempre me había llevado mal con ella, y siempre hacíamos concursos de baile entre las dos, bueno cuando caminaba, y pues yo le ganaba y ahora que me ve así, se rio de mi, y me hiso sentirme peor de lo que me sentía.

******: No sé cómo puede haber personas así (Decía indignado)

Alexandra: Así es la vida… cuando pueden te pisotean a mas no poder.

******: Pero sabes… yo se que pronto volverás a ser lo que eras una excelente bailarina.

Alexandra: Gracias, pero no creo que vuelva a caminar.

******: No pienses así, veras que pronto lo harás. Lo sé, lo presiento y te lo aseguro.

Alexandra: Gracias, por tu ayuda… perdón pero ¿Quién eres?

Ósea tu me conoces pero yo a ti creo que no…

******: Bueno pues a mí me dicen Peter Pan…

Alexandra: (Interrumpiéndolo) ¿Tu eres el que me puso “Bella Durmiente”? (Decía sonriéndole)

******: Veo que ya te han contado sobre mí…

Alexandra: Si los niños del hospital y tu nombre real…

******: (Levantando una ceja) No me reconoces…

Alexandra: La verdad no… ¿Tendría porque?

******: Pues no se… a donde voy siempre me reconocen…

Alexandra: Pues a ver déjame verte bien… quítate el sombrero.

Se quito el sombrero y yo me le quede viendo a sus facciones, con lo que había estudiado en la universidad, ósea de tomar fotos y videos, aprendí a reconocer a las personas con sus facciones y todo y a él trataba y trataba y no podía.

Alexandra: Mira solo algunas facciones de ti se me hacen conocidas, uno son tus ojos marrones, son hermosos y la otra tus labios, pero de ahí en mas no… ya me canse no sé quién eres, me rindo.

******: Bueno me llamo Michael Jackson.

Alexandra: Jajaja, te llamas como el cantante de “Thriller” (Decía divertida)

Michael: (Apenado) ¿Amh? Pues…

Alexandra: (Sorprendida) ¿Enserio?... ¿Enserio eres el cantante?

Michael: Pues si… y yo sé cómo te llamas Alexandra Reyes.

Alexandra: ¿Quién te lo dijo?

Michael: Tu mamá, tu papá y tus amigas.

Alexandra: Wau, ¿ósea que ya conoces a todos?

Michael: Si… hace algo de tiempo los conozco Bella.

Alexandra: Bueno… disculpa la pregunta pero ¿Qué le paso a tu piel?

Michael: Una enfermedad… me quita la pigmentación de la piel.

Alexandra: Oh lo siento, sabes cuándo sacaste la coreografía de Thriller todos empezamos a bailarla fue muy divertido (Decía sonriendo)

Michael: ¿Así que eras como mi imitadora? (Decía con curiosidad)

Alexandra: Entre si y no, si porque gracias a ti empecé a bailar y no porque no me visto como tu ni tampoco me pongo tu clásico sombrero y hacia el “Moonwalk”, más bien eras mi inspiración.

Y así no la pasamos varias horas, era muy divertido y me caía bien, en lo personal no era su fan, no digo que era mal artista, lo admiraba pero no era su fan.

Michael: ¿Sabes? Siempre veía a tus amigas y papás angustiados…

Alexandra: ¿Enserio?

Michael: Si, siempre o estaban llorando, o estaban a lado de la cama, mirándote, cuando conocí a tu madre, fue la primera vez que te iban a desconectar.

Alexandra: ¿Apoco me iban a desconectar?

Michael: Nadie quería, pero en los primeros 6 meses me dijeron que te retorcías de dolo y eso no les gustaba, pero quien sabe que paso y te recuperaste de eso.

Alexandra: No lo recuerdo, la verdad, desde la última vez que vi la luz y cuando desperté, se me hiso que paso un día, pero creo que desperté en el ultimo momento, ya que me volvieron a desconectar. (Suspire)

Michael: ¿Y si has visto todo lo que te dejaron? (Decía señalando un motón de arreglos florales y varios globos y todo eso)

Alexandra: (Se me iluminaron los ojos) No lo había visto… es hermoso.

Michael: Varios son de tus demás amigos, otros son de tus padres y amigas y otros son míos.

Alexandra: Haber si recuerdo bien los gustos de mis amigas. Las de Sabrina son las flores de color morado.

Michael: Si es cierto.

Alexandra: Y las de Mercedes son las de color mmm… las de color azul…

Michael: También.

Alexandra: Y las de mis papas, son las rosas.

Michael: Cierto.

Alexandra: Y las tuyas (Había unas rojas muy lindas y unos girasoles) haber las rojas son lindas, pero no creo que sea tu personalidad tu me trajiste los girasoles.

Michael: Si es cierto, y ¿Por qué las rojas no? ¿Eh?

Alexandra: Pues con lo que llevo platicando contigo, no veo que seas una persona aventada o algo así, creo que eres divertido y la verdad creo que los girasoles son igual que tus ojos en hermosos.

Michael: ¿Enserio? Gracias, tu también tienes unos ojos hermosos y llenos de luz.