Capitulo 1……… El Día Que Cambio Mi Vida.

Bueno como pueden ver ya hice otra novela (No júralo), espero que les guste, es un poco parecida a “La Enfermera De Mi Corazón”, pero no es igual, no tienen cada quien su color, ya que es muy difícil y me da un poco de flojera pero ahí está, espero que les guste y comente y aquí está el primer capítulo.

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29 de Abril de 1987

Bueno me desperté como siempre, si en la casa de mis padres, bueno primero empiezo presentándome ¿no creen?, bueno me llamo Alexandra Reyes, estudio ciencias de la comunicación, tengo 20 años y vivo en Los Ángeles California, hoy es un día especial pues saldré con mis amigos y mi novio de fiesta, celebraremos el cumpleaños de una amiga.

Me levante y me puse unos jean y una blusa rosa, baje y ahí esta mi mamá y mi papá, mi madre se llama Hilda y mi padre Marco, ellos me quieren y yo a ellos, me tienen mucha confianza.

Hilda: Buenos días hija ¿Cómo dormiste?

Alexandra: Muy bien ¿y ustedes?

Marco: También siéntate tu mamá nos preparo un rico desayuno.

Alexandra: Mmm, que bien.

Empezamos a comer y mi padre decía que le iba muy bien en su empresa, el es de una empresa de computadoras es el gerente de esa empresa.

Hilda: ¿Qué van a hacer hoy?

Alexandra: Pues Arón, Sabrina y yo iremos a la casa de Mercedes para celebrar su cumpleaños.

Marco: Ya sabes, nada de alcohol.

Alexandra: Papá sabes que odio el alcohol.

Marco: Lo se, solo era broma.

Hilda: ¿Y como vas en la universidad?

Alexandra: Muy bien a decir verdad, ahora estamos de cómo armar un programa de televisión y comerciales.

Hilda: Oh que bien.

Seguimos platicando, mi papá me decía que cuando terminara mis estudios me contrataría para hacer la publicidad de su empresa, y quien diría que no iba a ser así, bien eso es otro tema.

Después de comer iba a ir con Sabrina para ir al centro comercial, por algo lindo para la fiesta de Mercedes.

Alexandra: Mami estuvo delicioso pero tengo que ir con Sabrina, nos vemos mas tarde.

Marco: Claro hija.

Les di un beso a mi mamá y mi papá para luego irme en busca de mi amiga del alma, bueno Sabrina es mi mejor amiga de siempre podría decir que desde que tengo memoria, ella es mi hermana no de sangre pero si del alma.

Llegue a su casa y muy ansiosa espere a que abriera, después de saludarla nos fuimos al centro comercial, entramos y empezamos a hablar de muchas cosas.

Sabrina: Dios, que padre que aremos la fiesta.

Alexandra: Si, estoy tan ansiosa.

Sabrina: ¿Y como te ha ido con Arón?

Alexandra: Muy bien, es muy lindo conmigo y todo eso.

Sabrina: ¿Y que onda cuando… le ponen Jorge al niño?

Alexandra: No seas Sabrina, tu sabes que yo pues… No e tenido nada con nadie.

Sabrina: ¿Y que? Mejor que te enseñe el a otro ¿no?

Alexandra: SABRINA, no digas cosas que no.

Sabrina: Esta bien, me cayó.

Alexandra: Bueno entremos y después vamos por un frapuchino.

Sabrina: Claro.

Entramos y vimos algunos vestidos muy lindos después de eso fuimos por nuestro frapuchino. Después nos dirigimos a la casa de Sabrina, la deje en su casa y yo emprendí camino a la mía, ya que quedaban a pocas calles.

Alexandra: (Abriendo la puerta) Familia ya llegue. (Entre y cerré la puerta) ¿HOLA? ¿MAMÁ? ¿PAPÁ?

Los busque hasta que me encontré una nota pegada al refrigerador.

“Linda, tu papá y yo saldremos a comer, te dejamos dinero, no volveremos temprano, si quieres háblale a Sabrina y que te acompañe y pidan una pizza o lo que quieran cuídate besos, nos vemos cuando regreses de la fiesta.”

Eso hice le hable a Sabrina para que viniera, no me quería quedar sola y aparte eran como las 3 de la tarde, ella vino y como la fiesta era hasta las 10 de la noche, pusimos música para divertirnos.

Sabrina: ¿Y no seguirás bailando?

Alexandra: Pues, no se, el baile es mi vida, pero mi madre, ella quiere que sea publicista, y yo pues...

Sabrina: No tienes que complacer siempre a tu madre, hasta tu papá dice que sigas bailando.

Alexandra: Es que yo no se……… no soy capaz de decirle a mi mamá que no, aparte hace mucho que no bailo capaz que ya no sirvo para esto.

Sabrina: Demuéstrame que ya no sirves.

Bueno aparte de ser mi hermana ella era la única me retaba a bailar, aunque siempre quedábamos empate pero era divertido, empezamos a bailar y era muy divertido ya que podíamos los discos que usábamos en la preparatoria ya se imaginaran, era todos tipos de música revuelta me encantaba hacer eso.

Sabrina: Y mira la niñita todavía se mueve.

Alexandra: Obvio y tu también.

Sabrina: Si pero yo lo hago bien porque tengo una escuela.

Alexandra: Lo se, y yo debería estar ayudándote ahí.

Sabrina: Tú sabes que siempre serás bienvenida como maestra en mi recinto sagrado.

Alexandra: Si lo se y créeme que es lo que mas me gustaría, pero…

Sabrina: Amiga las decisiones es lo que hace que tu vida tenga un rumbo si no te atreves a tomarlas no aras nunca nada.

Y tras esas palabras me quede pensando, era cierto es mi vida no la de mi madre, y bueno podría estudiar ciencias de la publicidad como carrera y dedicarme al baile.

Alexandra: Si tienes razón, mañana cuando vuelva de la fiesta le diré que no quiero ser periodista y que bailare.

Sabrina: Eso amiga, tienes que ser fuerte.

Alexandra: Si lo se (Vi mi reloj de muñeca) Vámonos a arreglar, ya son las 7 y acuérdate que son 30 minutos de camino.

Sabrina: Si vamos.

Ella se metió al baño de mi cuarto y yo al mis papás, termine de bañarme y me puse el vestido después me fui a mi cuarto, ya Sabrina se había cambiado, empezamos a maquillarnos y peinarnos.

Terminamos y paso por nosotras Arón; el es una persona linda, amable y muy compresiva, me quiere y yo a el, no me hostiga ni nada por el estilo.

Cuando llegamos vimos a Mercedes, bailando y platicando con los invitados, ella era la clásica niña rica que no se le nota, ósea que no es fresa y es muy sencilla y muy linda con los demás.

Mercedes: Hola amigas ¿Cómo están?

Alexandra: Muy bien, ¿Cómo te la estas pasando?

Mercedes: De lujo, pasen que todavía no se ambienta bien esto, tienes que bailar Alex.

Alexandra: Jajaja, esta bien pero vamos a divertimos.

Empezamos a bailar nomas era por diversión nada de retas o algo por el estilo, seguimos bailando y después vino Graciela, la hermana mayor de Mercedes, es muy mala onda a ella si se le nota lo fresa resentida que es.

Graciela: Mira a quien tenemos aquí, la supuesta bailarina (Decía muy arrogante)

Alexandra: Ja, pues esta “Supuesta Bailarina” siempre te hace morder el polvo.

Graciela: Jajajaja, hay niña no me hagas reír tu ganarme a mi nunca.

Alexandra: Pues ya veremos.

El Dj de la fiesta puso primero música disco, pop, rock y no se que mas solo se que yo fui mucho mejor que esa presumida, ella si se merecía que me riera de ella, lo cual no hice ya que fue mejor la ganadora silenciosa que perdedora ruidosa.

Graciela: Te deje ganar.

Alexandra: Si claro. Adiós.

Me di la vuelta y camine hacia mis amigas, y seguimos bailando y bebiendo, reitero a mi no me gusta el sabor del alcohol, lo odio, yo solo tomaba limonadas y Arón también como iba a manejar pues tenia que ir sobrio.

Esmeralda: ¿Qué haces?

Graciela: Bueno, le pongo un poco de droga a esta limonada.

Esmeralda: ¿Te lo tomaras?

Graciela: No es para mi, es para Alexandra, con esto parecerá que esta borracha y ara semejante ridículo.

Esmeralda: Si que eres mala.

Graciela: Lo se (Y se empezó a reír como bruja)

Seguimos bailando y platicando era muy divertido pasar tiempo con mis amigos, todos eran muy lindos y amables, pero de repente Arón se empezó a sentir mal.

Alexandra: Dios Arón, ¿Tomaste?

Arón: Tú sabes que yo no tomo, y menos cuando manejo.

Alexandra: Pero solo vete como estas, será mejor que nos vallamos.

Arón: Si tienes razón, vámonos.

Nos despedimos de los de la fiesta, y los tres, Sabrina, Arón y yo nos fuimos al carro.

Alexandra: Dame las llaves Arón.

Arón: No, yo puedo manejar.

Sabrina: Arón, dale las llaves a Alex.

Y no nos hiso caso lo único que pudimos hacer fue subirnos y rezar porque llegáramos con bien.

Alexandra: (Asustada) Arón bájale a la velocidad.

Arón: Tranquila, yo puedo controlarlo.

Sabrina: Alexandra, me quiero bajar.

Alexandra: Apoco crees que yo no.

Y de la nada salió un tráiler, cerré los ojos y apreté los puños, solo pude escuchar el rechinido de las llantas al querer frenar y no poder, el grito de mi mejor amiga y el grito de mi novio, al estamparse el carro contra las llantas de la caja de ese tráiler.