Capitulo 10…… La Guitarra.

Estaba muy a gusto leyendo un libro que trataba de una princesa que reencarnaba y se encontraba con el amor de su vida otra vez, pero también no podían ser felices. Era una historia muy triste creo que podría compararla con la de Romeo y Julieta, pero no se cual de las dos termina más triste.

Bueno seguía leyendo y entro el doctor, el cual se me olvido decirles su nombre, se llama Antonio Reyes, se me hacia bien raro que se apellidara como mi familia.

Antonio: ¿Cómo estas Alex?

Alexandra: Muy bien ¿y usted?

Antonio: También, oye te puedo pedir un favor.

Alexandra: Claro usted dirá.

Antonio: Mira es que tuve que mandar a arreglar mi guitarra y pues ya me la trajeron y no puedo dejarla así nada mas, ¿será que puedes cuidarla por mí?

Alexandra: Claro no hay problema.

Me dio la guitarra, que estaba en su maleta, se despidió de mí y se fue, yo me quede viendo la guitarra y como toda persona me dio curiosidad, abrí la maleta y vi que era una guitarra de color negra.

De repente me dio una punzada en la cabeza y vi imágenes moviéndose muy rápido, casi ni las distinguía hasta que se detuvo en una imagen donde distinguí al doctor con una niña rubia de pelo ondulado de 5 o 6 años, en las piernas y también una guitarra la misma guitarra que traía en las manos, no sabía quién era esa niña la cual se veía muy feliz en las piernas del doctor.

Niña: Tío ¿Cuándo me vas a enseñar a tocar la guitarra? (Dijo la vocecita linda de esa niña)

Antonio: Cuando quieras, tu sabes que si tienes talento para la música.

Niña: Pues quiero empezar ahora mismo.

Antonio: Claro, mira bien (La sentó enfrente y tocando algunas notas) Ahora tu.

Niña: Claro.

Apenas y la niña sobresalía de la guitarra, empezó a tocar las mismas notas que Antonio le había indicado, las tocaba con una facilidad que hasta el mismo Antonio se quedo sorprendido.

Antonio: Wau Alex tocas muy lindo, creo que pronto vas a poder tocar una canción.

Bueno ahora ya sabía cómo se llamaba esa niña que sabía que había visto antes.

Alex: ¿Enserio tío? (El asintió) ¿Podemos seguir ensayando? (Decía la niña animadamente)

Antonio: Si ven ahora intenta esto. (Le mostro otras notas)

De repente esa imagen desapareció y volví a la habitación del hospital, tenía la respiración agitada y creo que estaba sudando, cuando volví a ver la guitarra, la agarre y como si fuera esa niña empecé a tocar esas notas.

Y otra vez esa punzada y esas imágenes en descontrol volvían a mi cabeza, y otra vez se para en una imagen, era un parque y estaba otra vez Antonio y la niña pero más crecida creo que ahora tenía como 12 años, traía la maleta de una guitarra en la espalda.

Alex: Tío ya puedo tocar esa canción de mi papá y tuya.

Antonio: (Parándose) ¿Enserio? A ver.

La niña se acomodo la guitarra y empezó a tocar una canción que yo antes había escuchado, Antonio la veía y las lagrimas caían por sus mejillas, eran lagrimas de felicidad y también de orgullo, al parecer era muy importante que esa niña aprendiera esa canción.

Antonio: Que lindo tocas Alexandra.

Alex: ¿Enserio tío? Es todo gracias a ti. (Dijo dándole un abrazo)

Antonio: No, tú tocas así porque tienes un don.

Alex: Te quiero tío.

Antonio: Yo también.

Salí de esas imágenes y otra vez me encontraba en la habitación, con esa guitarra en las manos, pero ahora ya no tocaba ninguna nota solo la tenia estática en mis manos.

Mi nombre resonaba en mi cabeza y también “te quiero tío”, reconocía ahora esa niña, era yo, pero ¿Qué hacía con Antonio? ¿Por qué le decía tío?

Empecé poco a poco a tocar cada nota, que recodaba de aquellas imágenes, cerré los ojos y me sorprendí a mi misma que podía tocar aquella canción, entro Antonio y con cara de sorprendido.

Me miro con cara de sorprendido y vio como caían las lagrimas de mis mejillas y a la vez empezaban a caer por las de él.

Alexandra: (Dejando de toca) ¿Qué es de mi?

Antonio: (Confundido) ¿Qué?

Alexandra: ¿Usted es mi tío?

Se quedo paralizado al oír mi pregunta, y cada vez mas recordaba todo, lo mucho que lo quería, lo mucho que él me quería, y también lo que significaba esa canción.

Alexandra: (Llorando y extendiendo los brazos) Tío. Cuanto te extrañe.

Antonio: (Abrazándome) ¿Enserio me recuerdas? (Decía mientras caían las lagrimas)

Alexandra: Si recuerdo la canción, el día que me enseñaste a tocar mis primeras notas en la guitarra en esta guitarra. Lo recuerdo todo.

Antonio: No sabes lo feliz que estoy mi niña.

Bueno lo que yo recordaba era que él no se había casado y tampoco tenía hijos y yo era como su hija, lo quería como mi segundo padre.

Solo no recordaba él porque nos habíamos distanciado éramos muy unidos y lo quería, pero no recodaba ese porque.

Después de un rato estando abrazados y llorando, esas lagrimas cesaron y se creó la sonrisa en la cara de los dos.

Alexandra: Tío Antonio como te había extrañado hace tanto que no te veía.

Antonio: Lo sé mi niña, te acuerdas cuando paseábamos y cada día aprendías una nota nueva de esa canción.

Alexandra: Como olvidarlo, dios ¿Qué paso? ¿Por qué hacia tanto que no te veía?

Antonio: Tuvimos algunos problemas tu papá y yo y nos dejamos de ver, por lo consecuente también tu y yo, pero cuando te paso el accidente me entere y enseguida volví de Inglaterra, no podía dejarte ir.

Alexandra: No sabes cómo te quiero tío adorado.

Me abrace a él, lo había extrañado tanto que de verdad no cavia la felicidad en mi y creo que también en el.

Alexandra: Oye lo de la guitarra fue plan con maña ¿Verdad?

Antonio: No, de verdad me le habían traído de donde la repare, ya que alguien la rompió pero quedo como nueva.

Alexandra: Si se nota, extrañaba esta guitarra.

Volví a abrazar a mi tío, estaba tan feliz por lo menos, recordé cosas que había dejado atrás, creo que fue por el accidente que perdí temporalmente la memoria.